Qué bien se está al calorcito

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE CIUDAD

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta semana un partido, que a efectos prácticos es irrelevante, convocó a representantes de asociaciones económicas y sociales de Ourense para debatir acerca de la situación de la provincia que, por conocida, no deja de ser preocupante. La sala que iba a acoger ese encuentro se quedó casi vacía. Es probable que la trayectoria del convocante (Eladio Fernández ahora es Vía Nova pero antes fue PP y todavía antes fue PSOE) influyese en el hecho de que algunos representantes declinasen o ignorasen la invitación.

Pero esas sillas vacías significan algo más: en una ciudad donde hay salas que se llenan con excusas más peregrinas dice mucho que no haya interés en debatir lo que aquí se ponía sobre la mesa, que no era otra cosa que reclamar un trato digno para Ourense. Si quienes representan a asociaciones, federaciones y círculos varios tuvieran como norma no participar en actos políticos entendería las ausencias. Pero muchas de esas ausencias son presencias cuando convocan siglas más próximas al poder (o los saraos son de instituciones que se usan de forma partidista) y cuando al término de la reunión hay vino y pincho de empanada (reales o figurados).

No digo que los convocados tuvieran la responsabilidad de asistir a este acto concreto pero me pregunto si cuando acuden a otros foros lo hacen por verdadero interés por Ourense y por el bien en común o porque les gusta acercarse a la estufa de los que mandan, que da mucho calorcito.

En este tipo de casos compensa hacerse un «Cifuentes», es decir, sacudirse la melena y hacerse la rubia, a ver si así conseguimos algo. No entiendo que hayan criticado tanto a la presidenta de la comunidad madrileña por esa frase relativa al tono del pelo y las negociaciones políticas. Aquí cada uno aprovecha las mechas como puede. Miren la ciudad de Ourense, que ahora que la gobierna el Partido Popular la quieren tanto en Santiago y en Madrid... tanto como para que un ministro descubra que de As Burgas sale agua caliente. Cuidado que quema.