«Hay muchas terrazas, pero es cierto que dan un valor añadido a Ourense»

Flora Moure se incorporó unos meses más tarde al gobierno de Ourense. Entró con la salida de Paco González. Sin embargo, tras meses de trabajo en la sombra en el área de Recursos Humanos se ha convertido en parte del núcleo de máxima confianza para el alcalde. De hecho, ha dejado en sus manos Comercio, una de las patatas calientes del mandato con temas sin resolver como la norma para poner orden sobre las terrazas.

-Que diga el alcalde que eres un valor en alza, ¿es una presión añadida?

-Es un reconocimiento a casi mis dos años de trabajo y un aliciente para seguir trabajando. Creo que lo que quería expresar era el agradecimiento a una labor interna como puede ser la de Personal y Recursos Humanos que no tiene tanta visibilidad. Es un halago después de unos meses que no han sido fáciles.

-Ahora asume Comercio que lleva todo el mandato en el ojo del huracán. ¿Qué tiene esa silla para quemar ya a dos concejalas?

-Comercio es una concejalía con mucho contenido. Tiene una sobrecarga de trabajo y tanto Ana Morenza como Belén Iglesias tienen otras áreas muy complejas y yo me había quedado tras el último cambio solo con Recursos Humanos para cerrar la RPT. Por ejemplo, Belén tenía tres concejalías y se trató de compensar un poco el trabajo.

-Llega el buen tiempo y se va a hablar mucho de terrazas.

-Yo también espero hablar mucho de terrazas. Esta semana tuve la ocasión de reunirme con Juana Ageitos, del PSOE, y estamos pendientes de conversaciones. Es un tema prioritario para nosotros, queremos buscar el consenso y he rescatado lo que Belén dejó encima de la mesa. Es un proyecto que queremos sacar adelante y queremos ver los puntos de conexión con lo que el PSOE y el resto de grupos tienen en mente. No va a ser fácil, porque hay muchos intereses contrapuestos en juego. Los borradores están muy adelantados, ya hay uno encima de la mesa y ahora hay que centrarse en los puntos donde no coincidimos y buscar los lugares de encuentro. Luego tiene la tramitación administrativa que no se puede evitar.

-¿No cree que hay demasiadas?

-Hay terrazas, indudablemente. Yo me fijo más ahora… Es cierto que hay muchas terrazas pero también es cierto que le dan un valor añadido a Ourense precioso. Por ejemplo, yo ya no me imagino la plaza Mayor sin terrazas. Ourense ya no sería lo mismo, es un placer poder disfrutar de ellas.

-Pero falta un poco de orden.

-Claro. Hay que conjugar los intereses de todos. En eso estamos de acuerdo, tienen que regularse y dar cobertura a los intereses de todo el mundo, tanto al que pasea o se queja de un ruido, pero también a los hosteleros y a los que disfrutamos de ellas.

-Otra patata caliente es la plaza de abastos de A Ponte. ¿Cómo se le puede explicar a los vecinos que lleve dos años cerrada?

-Es una infraestructura muy chula. Te quedas asombrada cuando la ves, pero no fue pensado el proyecto para el momento económico que tocó vivir. Lo que en su momento se pensó que iba a ser más rentable e iba atraer a la inversión privada, pues no coincide con un momento económico no muy álgido para que pueda interesar. Va a ser difícil ponerla en marcha.

-Después de tres plenos insistiendo, ¿ no tuvo la tentación de decirle a Jácome ahí le quedan las competencias?

-(Risas) No, no es el caso. El portavoz de DO está equivocado. El lo ve desde una perspectiva de alquiler. Se lo hemos dicho hasta la saciedad. Con todos mis respetos, los procedimientos administrativos los ve desde una óptica errónea. Dice estar asesorado por secretarios e interventores y no tiene ni pies ni cabeza lo que propone. No se puede llevar un expediente como el pretende. Hay un obstáculo para delegarle una competencia, no; el informe jurídico es contundente, pero el procedimiento requiere de otros criterios que él no tiene.

-En la plaza número 1 hay malestar por el reparto del nuevo espacio durante el traslado, ¿qué medidas tomará?

-La próxima semana nos reuniremos con los placeros para conocer sus últimas inquietudes y el malestar que existe sobre el reparto. Es una misión importante para ver donde están las incidencias.

«Está claro que en el Ayuntamiento hay una sobrecarga de trabajo general»

En Personal todos los esfuerzos de Flora Moure se centraron en aprobar la RPT que bloquea los presupuestos. El objetivo está cerca, aunque el foco mediático en este campo se trasladó a procesos como el que acabó con Rodríguez Nóvoa, exedil de Personal en tiempos de Cabezas, como jefe de este área. La popular defiende el proceso, que ya está judicializado por la oposición.

-Se ve la luz en la Relación de Puestos de Trabajo.

- La RPT era un documento que legalmente no tenía nada que ver con lo que pasa ahora. La última era del 2012 y luego se hicieron modificaciones puntuales, pero nunca una reforma integral que en 2015 obligaba a una serie de cosas muy importantes. Eso hizo tener que darle una vuelta más compleja de lo que pensábamos en el 2015. No es la RPT que me consta que la parte social quería, pero ahora mismo es un avance.

-¿Cuántos empleados le piden cada día sus compañeros?

-Todos queremos más personal. No sabría decirte cuál no me lo ha pedido. Si pudiéramos dotar a cada área del personal que necesita sería una maravilla, pero lo que está claro es que en el Ayuntamiento hay una sobrecarga de trabajo general. Pero presupuestariamente no es posible por la Ley Montoro, además hubo muchas prejubilaciones. Yo cada vez que me presentan una jubilación me echo a temblar.

-La oposición ha llevado el nombramiento de Rodríguez Nóvoa al juzgado, ¿le preocupa que la vinculen con esa etapa y con los casos de clientelismo y enchufismo que se denunciaron en esa época?

-No, yo no estoy de acuerdo. Esos bulos de lo que se hacía o se dejaba de hacer no me los creo. La parte social y los empleados saben que esa no es nuestra dinámica. No hemos hecho nada que nos puedan achacar. Y en ese proceso concreto, lo hemos revisado y está correcto.

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