Liberada una mujer explotada en un club de alterne de Ourense

EFE

OURENSE CIUDAD

Había sido captada por un grupo nigeriano de explotadores para ejercer la prostitución en España, pero la abandonaron por el camino tras quedarse embarazada

18 mar 2017 . Actualizado a las 18:18 h.

La policía ha liberado a una mujer que había sido captada por un grupo nigeriano de explotadores para ejercer la prostitución en España y que la abandonó tras quedarse embarazada en el camino, tras lo que la víctima pasó tres años de viaje sola hasta España, acabando en un club de alterne de Ourense.

Los agentes han desarticulado al grupo criminal que explotaba a ésta y otras mujeres y ha detenido a cuatro hombres de origen nigeriano en una operación enmarcada en el Plan Policial contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.

El periplo de tres años y 12.000 kilómetros de viaje que protagonizó la víctima finalizó recientemente cuando unos agentes de Ourense detectaron que ejercía la prostitución en un club obligada por una red nigeriana que captaba a jóvenes sin recursos de ese país para obligarlas a prostituirse en Europa.

La mujer fue captada junto a otras en una de las zonas más deprimidas de Benin City, aprovechándose de su situación de absoluta necesidad y engañándolas con promesas de trabajos bien remunerados en Europa.

A la chica, localizada ahora en Ourense, le ofrecieron viajar hasta Bélgica para casarse con un hombre adinerado, lo que le aseguraría un futuro y la obtención de los documentos necesarios para residir legalmente en la Unión Europea.

Una vez aceptada la propuesta y antes de abandonar Nigeria fue sometida a rituales de vudú por los que es establecía una especie de contrato por el que la organización se comprometía a llevarla hasta Bélgica y costear los gastos del viaje, mientras ella juraba lealtad a sus explotadores, comprometiéndose a no escapar ni denunciarlos, así como a pagar la deuda adquirida por su viaje.

En caso de incumplimiento del contrato, ella y su familia podrían sufrir todo tipo de males o incluso la muerte. Así, junto a otras ocho mujeres más, comenzó un largo viaje por vía terrestre que la llevaría desde Nigeria hasta Libia, atravesando Níger y Argelia.

En todo momento las chicas estuvieron controladas por otro miembro de la trama, el denominado «pasador», que también se encargaba de enseñarles sobre su modo de comportarse y las respuestas que debía dar a las autoridades policiales en el cruce de fronteras.