Los hurtos son el delito más frecuente y se mantienen al alza

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Los robos al descuido de carácter grave crecieron el año pasado con respecto al 2015

06 mar 2017 . Actualizado a las 21:52 h.

Son el delito más frecuente, tanto en las estadísticas de criminalidad como en el día a día de los establecimientos comerciales. Los hurtos o robos al descuido son los hechos delictivos más denunciados en Ourense y contra ellos tienen tomar medidas cotidianamente los responsables de las tiendas, vigilantes y fuerzas y cuerpos de seguridad. El año pasado hubo más incluso que en el 2015, que terminó con 1.064 denuncias de este tipo en el municipio de Ourense, aunque no solo referidas a establecimientos comerciales.

En la comisaría de Policía Nacional en la capital han constatado que en el 2016 hubo un 7,32 % más de hurtos que tienen la consideración de delito grave -porque el valor de lo tomado supera los 400 euros- pero bajaron los delitos leves (lo que antes eran faltas) en un 8,3 %, aquellos en el que el objeto tenía un precio inferior a esa cantidad. En lo que va de año, por ahora, están descendiendo, con un 1,7 % menos de hurtos que en el primer mes del año pasado.

La responsable de una céntrica tienda de una multinacional textil comentaba hace unos días tras sufrir un nuevo caso que es un hecho bastante habitual: «Lo que cogen las niñas o en este caso una mujer cleptómana no nos hace daño. Sí cuando vienen bandas organizadas, que traen pinganillo y otros sistemas».

Y eso que muchos de estos establecimientos están dotados de cámaras, pero aún así no disuaden a los delincuentes. La policía distingue entre la tipología de los hurtos, según el establecimiento en el que tienen lugar en la capital. «En las grandes superficies comerciales, actúan grupos organizados que buscan género no perecedero. Vienen tres o cuatro personas y cargan mucha cantidad, usando las bolsas Faraday (forradas para que no salte la alarma antirrobo) y con furgonetas para llevarse todo. No residen en el lugar en el que actúan. Cada vez que vienen, se detienen, porque tardan mucho y dejan las furgonetas en un párking público y los vigilantes nos avisan», explica una portavoz de la comisaría.

También cuenta la policía con la colaboración de los vigilantes del centro comercial para prevenir este tipo de robos cometidos sin violencia ni fuerza. Otro ámbito diferente es el de las tiendas pequeñas, dicen en la comisaría, donde actúan al descuido de los dependientes tanto delincuentes habituales para financiar normalmente su drogodependencia como «gente normal», niñas o señoras que aparentemente salen de compras e intentan llevarse colonias o cremas caras de las perfumerías o prendas de ropa que se le antojan. Lo dice el empleado de una céntrica tienda de deportes: «A veces vienen tres o cuatro y te lían y sí cogen varias cosas. Algunos ya resultan sospechosos, otras veces son gente que viene y lo intenta sin más». Asegura que no hay una época del año que predomine más que otra, ni siquiera en las fechas con aglomeraciones, como Navidades o rebajas. «Ocurre aleatoriamente», señala este dependiente.

La policía solicita la colaboración de los trabajadores o vigilantes para prevenir estas situaciones. «Que nos llamen no solo cuando ya se ha producido el hecho, sino cuando ven a algún sospechoso porque así los agentes que están de paisano lo pueden pillar actuando in fraganti», explica la portavoz policial. Es la forma de conseguir pruebas y de presentar al delincuente con algo sólido ante el juez, aunque normalmente quedan en libertad.

La Policía Local identifica a un chico que cogió un bolso ajeno en un bar de la capital

Entre los establecimientos comerciales más propensos a sufrir un robo están los bares, según un estudio de la asociación de aseguradoras Unespa. Los robos son el tercer tipo de siniestro más comunicado y el que tiene un coste más alto de todos. El promedio, según el tipo de actividad del establecimiento, es de un delito de este tipo cada cinco minutos en los bares o de cada 20,27 minutos en tiendas de textil o calzado, según datos a nivel nacional de robos indemnizados.

Precisamente, en la madrugada del domingo, la Policía Local de Ourense identificó a un joven de 20 años, de origen colombiano, como presunto autor del hurto de un bolso cometido en un bar de la calle Doctor Fleming de la capital. Una joven contó a la patrulla que, sobre las cinco de la mañana del domingo, un chico le había hurtado su bolso, que estaba encima de una mesa. Ella y sus amigos lo siguieron hasta la calle Portocarreiro, donde lo retuvieron hasta que llegó la policía. El bolso lo había tirado pero pudo recuperar la documentación, la cartera con 26 euros y un teléfono.

Los dispositivos móviles son de los objetos más apreciados por quienes se dedican a este tipo de delitos. «Tienen buena salida porque hoy la mayoría de la gente tiene buenos móviles. Se los llevan a Rumanía o Marruecos porque si se quedan en España se localizan por el IMEI», explica la portavoz policial. Los hurtos en locales de ocio nocturnos son otra de las modalidades más habituales. Para evitarlos, la policía pide a los propietarios que vigilen sus pertenencias y no den facilidades.