La venta del San Martín de Ourense permitirá la del Gran Hotel de Lugo

d. c. / M. V. LUGO/OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Alex Carausan

La operación en la ciudad se escriturará en estos días y la lucense será a final de mes

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La venta del hotel San Martín de Ourense, que se escriturará en una notaría de Ourense a finales de esta semana o principios de la próxima, será la primera que se formalice de los dos establecimientos que todavía no han cambiado de manos y pertenecen a la antigua cadena de la familia Martínez Núñez. Una vez que esté concluido este proceso en la ciudad de As Burgas -que supondrá el fin del proceso concursal en el que ha estado inmerso el hotel desde hace casi dos años- el administrador dispondrá de liquidez para poder saldar la deuda contraída por Proalsa con el empresario que regentó la cafetería del establecimiento en los últimos años y escriturar ante notario la venta del Gran Hotel a la cadena Hotusa.

El hotel ourensano fue adjudicado al finales del pasado mes de septiembre a la empresa Kissinger Baltic Corporation, de la que es administrador el empresario local Antonio Daniel Domínguez, que posee negocios del sector de joyería y también tiene experiencia en el hotelero. Aquella operación se fijó por un precio de 3,7 millones de euros e incluía únicamente el negocio que está operativo actualmente y no la entreplanta, antigua sede del Ateneo de Ourense, que también está a la venta y cuyo futuro por ahora no se ha decidido.

Tampoco ha trascendido a estas alturas cómo se gestionará la infraestructura a partir de ahora, ya que existe incertidumbre respecto a la cadena hotelera que lo abanderará una vez que se formalice la venta a la empresa ourensana. Así, en un primer momento todo apuntaba a que era NH la interesada en gestionarlo, si bien hay algunas fuentes que aseguran que podría ser finalmente Barceló, que no dispone de ningún otro establecimiento en la provincia de Ourense y de esta forma pasaría a dirigir el cuatro estrellas, situado en pleno centro de Ourense y con 90 habitaciones. En cualquier caso, las condiciones de la venta establecen que el comprador debe comprometerse a subrogar a la totalidad de los trabajadores del hotel.

Antes de caer en concurso de acreedores el gran hotel tenía impagos con la Seguridad Social, Hacienda y varios proveedores, además de con otras empresas del propio grupo. Asimismo, estaban sin abonar los salarios de cinco meses a los empleados y las indemnizaciones por despidos anteriores, que han ido reclamando en los últimos meses por la vía judicial. En total, la deuda acumulada estaba en torno a los tres millones de euros, aunque el edificio no tenía cargas hipotecarias.

Por esta razón es, de los tres del grupo, el que menos cargas tenía y por eso ahora los ingresos de la operación permitirán saldar algunas de las deudas del lucense. Mientras, el de Santiago, fue vendido antes del verano del año pasado al grupo Hotusa, por nueve millones de euros. Esa misma cadena, que preside el empresario Amancio López Seijas, fue la que se adjudicó también el complejo de Lugo, en el mismo acto en el que fue vendido el de Ourense. En el caso lucense, se fijó una cantidad para la operación de 6,9 millones.

 Recursos judiciales

La operación de venta de los hoteles de Lugo y Ourense se cerrará casi dos años después de que un grupo de extrabajadores presentara concurso de acreedores por las deudas acumuladas en salarios e indemnizaciones por la familia Martínez Núñez. El cambio de propiedad se retrasó durante más meses de los esperados, según fuentes consultadas, por los sucesivos recursos presentados por la familia Martínez Núñez al procedimiento concursal para evitar que el establecimiento cambiara de manos. Finalmente no consiguió sus pretensiones.

Por el momento tampoco han trascendido cuáles son los planes de la cadena de López Seijas para el cuatro estrellas de Lugo, con 21 trabajadores. Una de las condiciones estipuladas para la adjudicación del edificio era la de mantener los puestos de trabajo. La plantilla está a la expectativa de que tome posesión la nueva propiedad para conocer sus proyectos para unas instalaciones a cuya compra también optaron empresarios lucenses, entre ellos el adjudicatario de la cafetería y el restaurante durante los últimos años. Hotusa tendrá que afrontar la reforma de un hotel que presenta un aspecto antiguo y decadente. En estas instalaciones no se acometieron obras ni cambios en el mobiliario en las últimas décadas. El establecimiento tiene 167 habitaciones.