Las expectativas de un balneario en As Burgas, en manos de la Justicia

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

santi m. amil

El TSXG decidirá en febrero si anula el plan que permitiría el desarrollo de la zona

15 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Son muchas las expectativas que hay sobre el solar de Xardín das Burgas y su entorno. Las administraciones aseguran que trabajan sin descanso para buscar un promotor privado que acometa la construcción del ansiado hotel-balneario que dote de alojamientos termales a la zona. Sin embargo, cualquier actuación en este espacio pasa indudablemente por el juzgado. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia tiene fijado para el próximo 2 de febrero una votación para resolver un recurso presentado contra el plan especial de protección de As Burgas, en el que se ampara cualquier movimiento urbanístico en la zona.

La decisión de la sala del TSXG de someter al criterio de las partes, como posible motivo adicional de anulación del plan especial, la caída de las normas provisionales -se encuentran pendientes de casación ante el Tribunal Supremo- supone que es posible que la Justicia bloquee cualquier movimiento en la zona de As Burgas porque no encuentra ninguna cobertura en una ordenación provisional en tela de juicio. A expensas de lo que resuelva el TSXG a principios de febrero, una anulación del plan especial sería un auténtico jarro de agua fría para los intereses públicos en la zona. En cadena provocaría la anulación del estudio de detalle de la zona, el sistema de expropiación, el proyecto para hacerse con los terrenos y la ocupación de los mismos. Además, una sentencia este sentido abriría la puerta para que los diferentes propietarios de los terrenos ocupados iniciaran procesos judiciales para el cobro de daños y perjuicios.

Entre los demandantes contra el plan especial se encuentran los propietarios de los terrenos de Xardín de As Burgas y los dueños del solar ubicado en el número 49 de la calle Progreso. El letrado de estos últimos, Antonio Feijoo Miranda, alerta de las consecuencias de la anulación del plan y apunta al anterior gobierno socialista como los principales responsables: «La situación sería hoy muy diferente si cuando se plantearon las objeciones a este plan especial durante el mandato de Áurea Soto en Urbanismo, los propietarios de los solares con suelo consolidado hubieran sido excluidos, como procede a todas luces, del área de reparto de este plan especial, que habría de incluir exclusivamente los terrenos de Xardín das Burgas».

El letrado de los denunciantes también entiende que el actual equipo de gobierno tiene su cuota de responsabilidad, aunque cree que la situación puede reconducirse con una doble premisa: limitación del espacio del área de reparto excluyendo los solares que consolidaron sus derecho y sustitución del sistema de expropiación por otro de iniciativa privada, con un justo equilibrio de beneficios y cargas.

Maraña judicial

El laberinto judicial que envuelve esta zona se convierte en una traba para la llegada de inversores privados. En la actualidad están en marcha hasta cuatro recursos contenciosos administrativos contra diferentes acciones en el entorno de As Burgas. De las deliberaciones judiciales dependerá su futuro.

El gobierno local ocupó de nuevo los terrenos tras el intento fallido que casi seca las fuentes

La relación de la ciudad de Ourense con los terrenos conocidos popularmente como Xardín das Burgas ha sido tormentosa desde el principio. El intento fallido durante el mandato de Cabezas de construir un balneario -durante las excavaciones casi se seca el caudal de las fuentes de As Burgas- dio paso a una larga travesía por el desierto. Desde ese momento, los esfuerzos del Concello de Ourense se centraron en recuperar los terrenos para su posterior utilización como enclave termal en pleno corazón de la ciudad. Se inició durante el mandato del PSOE, y con el amparo de la declaración de BIC del entorno- un largo proceso de expropiación. A mediados del año pasado, el Concello de Ourense ocupó formalmente los terrenos previo pago de 1,6 millones de euros de expropiaciones a los propietarios. Desde el propio gobierno del Partido Popular se considera que esta fórmula no era probablemente la más apropiada para llegar a un acuerdo con los dueños de las parcelas a expropiar.

El reto de la corporación ourensana, y también de otras administraciones como la Diputación o la Xunta, pasa por conseguir inversión privada que logre la construcción del ansiado hotel-balneario en el centro histórico de la ciudad.