Un proyecto ourensano estudia la desnutrición infantil en Guinea

mar gil OURENSE / LA VOZ

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Con apoyo de una universidad polaca, buscan mayor eficacia en las cirugías

07 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Quieren ir más allá de una ayuda concreta en un momento determinado. Por eso, el equipo de cooperantes independientes articulado en torno al cirujano pediátrico ourensano Domingo Cortón se ha propuesto, para el 2017, añadir a su labor docente y asistencial en Guinea Bissau un proyecto de investigación para paliar los negativos efectos de la desnutrición infantil en los resultados de las operaciones quirúrgicas.

Tras dos años desplazándose para operar a niños en los hospitales de Bohr y Mansôa, los cooperantes advirtieron la necesidad de actuar previamente para que las intervenciones sean realmente eficaces. «Como son nenos malnutridos -explica Domingo Cortón-, o problema máis grave á hora de operalos é que teñen problemas de cicatrización das feridas porque lles faltan proteínas».

Para paliar ese problema, que afecta directamente al éxito de las intervenciones, un grupo de estudiantes de Medicina de la universidad polaca de Bialystok -un noruego, un alemán y un ourensano-, realizarán en la campaña de 2017 una investigación con fines prácticos. A través de un orfanato bajo protección de la ONU se les proporcionarán proteínas a los niños que van a ser operados. El estudio analizará el grado de desnutrición inicial y su evolución en el tiempo, además de los posibles cambios en el resultado de las intervenciones. Su objetivo es conocer en qué momento es más eficaz complementar la dieta infantil con proteínas.

El sello ourensano de este proyecto de investigación y asistencia pasa por el CHUO, donde ejerce como cirujano Domingo Cortón. Tanto para este proyecto como para las campañas desarrolladas en 2015 y 2016 el apoyo de Ourense ha sido crucial, destaca.

El primer paso del proyecto de cooperación lo dieron Cortón y su mujer, enfermera en el CHUO, en el 2015, a través de una cooperante habitual en el hospital guineano de Bohr, que les transmitió la necesidad de un cirujano pediátrico. Solicitaron un mes de asuntos propios y se fueron a operar.

«Foi moi satisfactorio para as dúas partes, por iso seguimos colaborando», afirma Cortón. Para la campaña del año siguiente formó un equipo más amplio, con dos cirujanos -él mismo y un excompañero del CHUO actualmente en León-, una pediatra del centro de salud de A Cuña, Silvia González; una enfermera clínica y una de quirófano, Patricia y Marta Domingo, ambas del hospital ourensano, más una enfermera de la UCI pediátrica del hospital madrileño La Paz. Todos, salvo una, tenían experiencia previa en cooperación internacional.

Operar no es la única tarea incluida en el plan de trabajo del equipo de voluntarios. La docencia es otro de los fines de su estancia, máxime siendo universitario uno de los hospitales con los que colaboran.

Desde la higiene a la esterilización, los distintos profesionales del equipo ourensano han realizado funciones formativas con sus colegas guineanos además de asumir 63 intervenciones en 21 días.

Las patologías atendidas en el quirófano fueron, fundamentalmente, apunta Cortón, descensos anorrectales, labios leporinos, fisuras palatinas, manos en garra y meningoceles. «Moitas destas patoloxías no primeiro mundo non existen, entre outras razóns porque se detectan en ecografías durante o embarazo».

Más de 240 kilogramos de material sanitario en una maleta de esperanza

«Isto -aclara Cortón- non é ningunha oenegué; é un equipo de cooperantes independentes que pagan a súa viaxe e a estancia e non reciben ningún tipo de remuneración. Só levamos unha equipaxe persoal de 10 Kg e o resto é material sanitario».

Ese «resto» alcanzó en 2016 los 240 Kg. Analgésicos, antibióticos, anestesias, antiinflamatorios... Todo es bien recibido en los hospitales guineanos. «Neste aspecto foi moi importante a colaboración do noso hospital como institución e dos seus profesionais -destaca Cortón-. A dirección deixounos material en depósito; caixas de cirurxía e material moi específico levámolo en préstamo. Aparte, o CHUO foi tremendamente xeneroso na doazón de fármacos. A farmacia hospitalaria proporcionounos produtos que aquí xa non se usan, e tamén as farmacias privadas nos deron medicamentos».

Reutilización

Otro tipo de material muy útil en la estancia de los ourensanos fue instrumental que en el primer mundo es de un solo uso y que, por ello, se descarta rápidamente. Tijeras, pinzas o un porta agujas para la sutura quirúrgica son desechados tras su utilización en Galicia. Con el apoyo del equipo de esterilización del CHUO esas piezas -cien en total- recobraron utilidad para viajar a Guinea.

Otra colaboración singular fue la de la unidad de quemados del complejo ourensano, que aportó material de última generación que los laboratorios entregan a los hospitales para promocionar su uso. «É material de primeira liña que, incluso, nin está en uso aquí», se congratula Cortón.