El alcalde de Ourense dice que la ciudad no se merece el «trazado de la vergüenza»

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa OURENSE

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

La oposición clama contra el PP y exige una junta de portavoces. En el vídeo dejamos sus declaraciones

13 dic 2016 . Actualizado a las 16:06 h.

La declaración de intenciones del ministro de Fomento sobre la variante exterior de Ourense cayó como un jarro de agua fría en la ciudad de As Burgas. El alcalde popular, Jesús Vázquez, no dudó en censurar las formas y el fondo de las afirmaciones de Íñigo de la Serna. «Dejar a Ourense sin la variante exterior podría suponer para la ciudad que se quedase con un ‘trazado de la vergüenza’ del que no vamos a ser cómplices. Es algo que no nos merecemos bajo ningún concepto», indicó Jesús Vázquez.

El alcalde de Ourense también dejó claro que se desmarca de las pretensiones de Fomento y que se pondrá del lado de los intereses de la tercera ciudad de Galicia: «La variante de Ourense no va a ser negociable y, cuando menos, no contará con el apoyo del actual equipo de gobierno en esa decisión». Jesús Vázquez también lamentó que Íñigo de la Serna todavía no le recibiera para tratar este asunto y el de la estación intermodal. Por último, hizo referencia a que existe un protocolo firmado por anteriores ministros de Fomento en el que coinciden en apostar por esta solución.

La oposición municipal también salió en tromba a criticar al titular de Fomento. El portavoz de Democracia Ourensana, Gonzalo Jácome, indicó: «Es intolerable que la fiesta del gasto público se congele al llegar a Ourense. Es una tomadura de pelo y más en época postelectoral». El PSOE apunta a una estrategia «premeditada» del Partido Popular y apuntó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, como la persona que le ha dado la «coartada» al ministro para prescindir de la variante de Ourense. «Hay otras prioridades para la Xunta como el trazado a Lugo o su intención y los recortes llegan en Ourense», señaló el portavoz socialista José Ángel Vázquez Barquero. Sobre el argumento de que sería un gasto de 600 millones para ahorrarse cuatro minutos de viaje, Barquero contrapuso: «No es una cuestión de cuatro minutos. Es un tema de seguridad y de liberar espacio en la ciudad».

Por su parte, el grupo de Ourense en Común solicitó una junta de portavoces de urgencia tras las declaraciones del ministro y exige que se garantice el mínimo impacto ambiental, social y patrimonial.