«Si tienes una discapacidad ya no te cogen aunque sirvas para el empleo»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Quince ourensanos se forman con la Fundación Once para encontrar trabajo

03 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Han sido cocineros, fontaneros, trabajadores de la construcción, electricistas, granjeros, camioneros, dependientes, vendedores de prensa... Algunos están todavía en plena juventud y a otros les queda poco para llegar a la edad oficial de jubilación. Pero todos comparten dos cosas: tienen reconocida una incapacidad que les inhabilita para seguir ejerciendo la que ha sido su profesión; y buscan un trabajo compatible con sus actuales capacidades.

Una búsqueda que ha llevado a quince ourensanos al curso de controlador de accesos que está desarrollando Inserta, la entidad de la Fundación Once centrada en la formación y el empleo. Si lo superan, tendrán un certificado profesional con el que acreditar su capacitación para realizar ese trabajo. Algo que supone un plus para las personas con diversidad funcional que necesitan convencer a las empresas de que son capaces de asumir la tarea con la misma destreza que cualquier otro para que les dejen, al menos, demostrarlo.

Y es que, aunque cada vez son más las firmas que integran en sus plantillas a personas que están incapacitadas para ejercer su labor en las condiciones que requería su trabajo anterior, la realidad sigue siendo muy dura para ellos. Las dificultades que plantea la entrada en el mercado laboral hoy en día se ven multiplicadas en el caso de quienes, como estos vecinos, tras haber padecido una enfermedad o a raíz de un accidente laboral tienen secuelas que los limitan para seguir asumiendo las mismas tareas. «Dicen que incluso tienen ayudas por contratarnos, pero si tienes una discapacidad ya no te cogen, aunque sirvas para el empleo concreto; en cuanto dices que tienes una incapacidad ya no quieren saber más», señala uno de los cursillistas.

Con y sin pensión

A la dificultad de encontrar empleo, la mayoría de estos ourensanos suman la de afrontar su día a día y el de su familia con una merma de ingresos que suele ser muy importante. La ley les reconoce un determinado grado de incapacidad para ejercer el trabajo que han desarrollado hasta el momento, pero entiende la Administración que pueden ocuparse en otras tareas. Así las cosas, los hay que tienen algún tipo de pensión, que siempre dependerá de la cotización que haya efectuado durante su trayectoria laboral hasta el accidente o la enfermedad que le haya apartado del mercado, y del grado de invalidez reconocida.

En muchos casos esa pensión es mínima pero también hay quien no cobra nada porque, aunque han trabajado, no han cotizado el tiempo suficiente. Es el caso de José Luis Losada, que hoy tiene 60 años y comenzó a trabajar con 17. Estudió para mecánico electricista pero tras regresar de la mili, donde entró en contacto con los fogones, desarrolló la mayor parte de su trayectoria profesional como cocinero y jefe de cocina en restaurantes tanto de Ourense como de otros puntos de España. «Fui cocinero 25 años, el problema es que cuando fueron a sacar la vida laboral resulta que faltan varios años. Antes te fiabas y no se te ocurría que no estuvieran cotizando por ti», matiza.

Así las cosas, los cursos de capacitación profesional que se organizan desde entidades como Inserta son, según cuentan, un rayo de esperanza que les facilita el reciclaje abriéndoles campos laborales distintos al suyo. Supone, según cuentan, un pequeño esfuerzo para dejar aparcado lo que cada uno domina y aprender materias nuevas y generalmente muy distintas. Pero todos lo afrontan «con ganas», porque su ilusión es que les sirva para volver a la vida productiva.

Inserta fija los cursos tras analizar el mercado y contactar con las empresas

Conscientes de las dificultades de inserción del colectivo de discapacitados, en Inserta programan los cursos de reciclaje tras haber analizado antes el sector productivo de la zona para seleccionar lo que puede ofrecer más salidas. «Es cierto que el tejido empresarial en Ourense es más limitado que en otros lugares, pero este curso de controlador de accesos se adapta a un abanico amplio; desde aparcamientos hasta establecimientos y centros comerciales, pasando por sedes de empresas, cines o locales sociales, entre otros», relata la técnico Graciela Costas. Los participantes aprenderán legislación, primeros auxilios y protección contra incendios, calidad y atención al cliente, inglés básico, mecanografía o nuevas tecnologías, entre otras materias.

Además de la formación Inserta gestiona la participación de empresas que pueden ser potenciales empleadores. Con ello se facilita el contacto entre los candidatos y el posible empleador.

Para algunos de los participantes este es su primer curso, pero otros acumulan ya varios certificados de capacitación profesional. «Pasa el tiempo y aunque tu sabes que sirves para hacer otras cosas, acabas pensando que no sirves para nada»; señala uno de los cursillistas. Con todo estos ourensanos dicen afrontar la tarea con ilusión y no se amilanan. Incluso hay quien prepara por su cuenta otras salidas. «Estou estudando para unha oposición porque hai reservadas prazas para persoas con discapacidade», cuenta Juan Antonio, un camionero de 59 años que tuvo que dejar su empleo por las secuelas de un accidente hace tres años.