Honrando a Nuestra Señora de los Sprays

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

aese, meeting of styles

El ilustrador dejó su impronta en varias ciudades mexicanas en el Meeting of Styles

25 oct 2016 . Actualizado a las 18:48 h.

Meeting of Styles es el rey de los festivales de arte urbano. La cita reúne a los mejores ilustradores internacionales y se celebra por todo el mundo. El último encuentro ha sido en México y entre los quince artistas europeos seleccionados para viajar y dejar su impronta en el país se encuentra el ourensano Mon Devane. Durante casi un mes, ha trabajado al lado de los mejores en ciudades como Monterrey, México D.F. y Cancún, donde ha dejado imágenes que llevan su firma y también el nombre de Ourense. «Llevaba meses tocando puertas para ir a pintar fuera. Ellos abrieron una convocatoria internacional para quince artistas no mexicanos y me seleccionaron. Esa fue la primera bomba», afirma. Aunque el Meeting of Styles también se celebra en Europa Mon decidió cruzar el charco: «Influyó que se celebrase en tres sedes. Ya de ir tan lejos era la mejor opción, ya que la mayoría tiene una única localización». Envió a la convocatoria cinco fotos de sus últimas ilustraciones, para mostrar su trabajo más personal, que es lo que, en definitiva, buscan en este tipo de encuentros. Su primera cita fue en Monterrey. En la estación principal del metro de una ciudad con más de un millón de habitantes, el ourensano pintó un gran mural en la que se ve a un amigo comiéndose un pimiento de Padrón. «Éramos dos grupos de veinte personas pintando en el metro. Los mexicanos pensaban que era un chile y no un pimiento. Esa era también la gracia, buscar la similitud». La siguiente cita le llevó a la capital. En DF, en pleno centro histórico, en la calle Regina, hizo la que fue su obra más aplaudida: Nuestra señora de los Sprays. «El edificio que nosotros pintamos es institucional, muy importante. No dejaban pintar cualquier cosa. Lo único que nos dijeron es que en calle Regina solo se vieran rostros. Al girar la esquina era más grafiti puro. Nos eligieron por ser los más realistas». Compartió mural con otros dos artistas mexicanos. Su último destino fue Cancún. Allí, en un lugar menos protegido, se dio el gusto de pintar la imagen de un amigo con bigotes. «Los más importante es la relación que se crea entre todos los artistas. La experiencia fue increíble, un mes muy intenso. Por ejemplo, aprendí mucho de cómo con pocos recursos se pueden hacer muchas cosas. En Europa estamos acostumbrados a que las gamas de espráis de colores sean amplísima. Allí tienen menos gama y calidad, y para encontrar tonos mezclan botes de pintura, que eso aquí no se hace», explica. Además, y lo más importante, Mon Devane se ha abierto al mundo como artista. «La red de contactos es importantísima. Vas ampliando tu círculo y te das cuenta de que ellos ya se conocen y se relacionan a nivel internacional». Ya piensa en la próxima cita. Seguramente será en Francia.