Piden más de once años de cárcel a una madre por consentir maltratos a su bebé

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El fiscal acusa a la mujer y a su ex pareja de asesinato frustrado, malos tratos y lesiones

01 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Son los mismo delitos los que el ministerio fiscal considera que cometieron A. P. C. y su ex compañero, V. G. F., durante los meses en los que convivieron bajo el mismo techo con un hijo de la mujer. Una consulta de carácter urgente en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) había permitido descubrir en el año 2014 lesiones de gravedad, inexplicables, que dieron lugar a una comunicación al juzgado de guardia y a la posterior apertura de una investigación que el juez de instrucción cerró con un auto en el que apuntaba indicios de homicidio, o asesinato, en grado de tentativa. El pequeño había superado las lesiones y se había recuperado de manera satisfactoria.

El fiscal, al concretar ahora la acusación, cree que existe un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar, otro de lesiones y un tercero de asesinato en grado de tentativa, de los que considera autor material al hombre que era pareja de la madre. A la mujer, aun estimando que su papel no pasa de la omisión, es decir, que conocía lo que pasaba pero no tomó entonces medidas para poner fin a aquella situación, le atribuye los mismos delitos con una petición de condena ligeramente inferior.

Casi quince años de cárcel

En el caso del hombre suma la propuesta de castigo catorce años y diez meses de prisión, al incluir nueve años por el asesinato en grado de tentativo. Para la madre del pequeño, cuya tutela asumió la Xunta a raíz de aquellos hechos, la petición de pena es de seis años y cuatro meses por el mismo delito de tentativa de asesinato por omisión, un papel que también le otorga en los malos tratos habituales y en las lesiones, con propuestas de un año y diez de prisión por el primero y cuatro años por el otro.

El mal estado en el que se encontraban el menor fue descubierto a raíz de una visita al CHUO en marzo del 2014. Presentaba lesiones de las que la investigación judicial concluyó que «solo pueden ser compatibles con actos violentos». Frente a la tesis de las caídas, o la debilidad del pequeño, las acción judicial se orientó desde el principio hacia los presuntos malos tratos al bebé, entonces con diez meses.

El juez orientó las sospechas hacia la madre biológica y hacia el compañero de la joven madre, aunque no se limitó a ellos dos. Aparte de las declaraciones periciales y el testimonio de los médicos que en distintos momentos atendieron al menor, había citado en calidad de investigados a otras personas del ámbito familiar que en algún momento habían tenido relación con el bebé. El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Ourense limitó la responsabilidad, no obstante, a las dos personas que estaban con la víctima todos los días. Lo hizo en el auto de procesamiento que dictó a finales de enero del 2015.

Arranca la fase definitiva antes de llegar al juicio

El escrito de acusación del ministerio fiscal, presentado esta semana y comunicado ayer a las partes, abre la fase definitiva antes de llegar al juicio. La causa pasa ahora a la Xunta, personada como acusación particular por tener la tutela del pequeño, para que acuse. Luego hará lo propio el Sergas, como actor civil para reclamar facturas de asistencia, y las dos defensas. De este modo, durante el mes de octubre podrá queda cerrada la toma de posiciones antes de ir al juicio.

Solicita una fianza de 10.000 euros para el acusado o que ingrese en prisión preventiva

El escrito de acusación del ministerio público no se limita a concretar los delitos y las peticiones de condena, sino que también propone que el principal implicado en este asunto ingrese en prisión preventiva a la espera del juicio. Plantea, no obstante, la posibilidad de que preste una fianza de 10.000 euros y de ese modo poder evitar la privación de libertad. Para la coacusada, madre del bebé cuya tutela ha perdido a favor de la administración pública, no llega a proponer medida cautelar alguna.

Los acusados no solo han dejado de ser pareja hace algún tiempo, precisamente a medida que iba avanzando la instrucción del caso, sino que incluso se han enfrentado.

La mujer lo denunció al sentirse amenazada por él, su posición fue defendida por el fiscal, pero la sentencia del juzgado de lo Penal de Ourense exculpó al hombre al estimar que no existía prueba suficiente de las amenazas que denunciaba la mujer.