El alcalde defiende el modelo de terrazas del casco histórico

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Antonio Cortés

Matiza que la nueva ordenanza se centrará en evitar el feísmo y en garantizar la seguridad y no en reducir los veladores

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La ordenanza para regular la instalación de veladores en la ciudad de Ourense continúa encallada. La crisis de gobierno generada por la salida de Isabel Castelo y el movimiento en cadena de concejales ha provocado un período de transición en Comercio durante el último mes y, por tanto, las negociaciones han estado aparcadas. Belén Iglesias tomará el relevo de Ana Morenza en la difícil tarea de poner a los grupos municipales de acuerdo y sacar adelante un documento que se resiste ya desde el anterior mandato.

Se trata de una normativa que es esperada como agua de mayo por colectivos vecinales y sociales para que se ponga orden en un sector que se rige por una regulación del año 1997 y que en los últimos años ha crecido como la espuma. El resultado es que las mesas, las sillas y los parasoles se han adueñado del espacio público, especialmente en las plazas del centro y en el casco histórico. Pese a esa proliferación de veladores, el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, rebajaba ayer las expectativas del nuevo texto al asegurar que su principal objetivo no es reducir el número de mesas. «Revocar unha licenza non é doado, nin vai a depender do novo prego. Hai zonas nas que xa non se conceden novas licencias, pero a inmensa maioría das terrazas corresponden con licenzas que teñen permiso», explicó a preguntas de los periodistas tras la junta de gobierno semanal.

Correcciones

Considera el regidor popular que el gran reto del nuevo texto en el que se trabaja desde hace casi dos años tiene que ser acabar con el feísmo y garantizar la seguridad de los peatones. «A nova ordenanza non quere dicir que se retiren os centos de permisos que hai na cidade e se empece desde cero. Se trata de corrixir espazos e ubicacións para evitar riscos», abundó.

Una de las zonas que se encuentra en el punto de mira de las quejas vecinales es el casco histórico. Jesús Vázquez fue contundente en la defensa del escenario actual y argumentó que se trata de un sector que atrae visitantes y que genera puestos de trabajo: «Non demonicemos ao sector. Hai xente que ven a Ourense atraída pola gastronomía e pola oferta en certos espazos da cidade. Non podemos xeralizar e teremos que falar cos propios hostaleiros. Se mañá eliminamos as terrazas da rúa Lepanto, ao día seguinte o titular nos xornais sería a perda de traballo e de negocios. É un tema moi sensible».

Uno de los debates que genera más fricciones políticas es el de los horarios de apertura de los veladores. Democracia Ourensana considera que la hora tope debe fijarse a las once de la noche, mientras que el borrador la estira hasta las 2.30 horas en fines de semana del verano: «A diverxencia é clara. É unha fonte de ingresos importante para a cidade e polo tanto temos que ser prudentes e cautos. Hai que ser intelixentes para tratar de conciliar ambos aspectos e entender que hai meses de verán e de inverno, e que hai días de semana e fins de semana. Poderíamos acabar coas rúas dos Viños cando son un atractivo para todos os que nos visitan».