La soledad del gobierno local ourensano paraliza 4,5 millones de euros de gastos

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE CIUDAD

Antonio Cortés

El PP no tuvo apoyos para operaciones que incluían, por ejemplo, el nuevo acceso al CHUO, ayudas a oenegés, el ascensor a la Cruz Alta o el centro intergeneracional

06 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La oposición aprovecha cada pleno para recordarle al PP que gobierna en minoría. La falta de apoyos del alcalde, que esta semana retó a sus rivales a presentar una moción de censura, hizo que varias de sus propuestas fuesen ayer rechazadas. Le ocurre en cada sesión, pero las debatidas en esta eran especialmente importantes porque, a falta de unos presupuestos actualizados, para financiar nuevos proyectos es necesario aprobar las conocidas como modificaciones de crédito. Cuatro de las que propuso fueron rechazadas y los gastos previstos, que suman 4,5 millones de euros han quedado, por tanto, paralizados.

La más importante, al menos cuantitativamente hablando (2,9 millones), es la que reunía varios proyectos que había dejado preparados el gobierno anterior y otros propuestos por la oposición a lo largo de este mandato. Se incluían, por ejemplo, los sistemas de elevación que querían el PSOE en el puente de la calle Ervedelo y DO en el barrio de la Cruz Alta, así como el asfaltado de la rúa Bedoya o la reurbanización de las calles del polígono de As Coiñás.

El portavoz del principal partido de la oposición, Gonzalo Pérez Jácome, definió el ascensor de la Cruz Alta como un «caramelito» y dijo no estar de acuerdo con otras de las actuaciones incluidas en la modificación. El líder del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, centro sus críticas en las obras de As Coiñás porque, tal y como reiteró después con una moción, considera que antes de actuar allí es necesario contar con una planificación específica, algo que negaron tanto la concejala de Facenda como el de Urbanismo. En ese momento, el alcalde, Jesús Vázquez, exhibió una carta de los empresarios allí instalados insistiendo en la urgencia de esa reurbanización. Finalmente, Martiño Xosé Vázquez, de Ourense en Común, criticó el asfaltado de la rúa Bedoya (ahora con adoquinado) por entender que de ese modo los vehículos irán más rápido.

En definitiva, la oposición votó en bloque y la modificación fue rechazada, al igual que ocurrió con otra de 613.427,20 euros que podría dividirse en dos partes: 200.000 euros para las tasas del centro intergeneracional que construirá la Fundación Amancio Ortega en Mariñamansa y el resto, para ayudas y convenios con una veintena de entidades sociales. En su argumentación, la edila de Facenda, Ana María Fernández Morenza, dijo que esas aportaciones son imprescindibles para esas oenegés (entre las que están el Comité Antisida, ATOX o la asociación de familiares de enfermos de Alzhéimer). Sin ellas, «se verán abocadas a la desaparición», dijo.

Jácome calificó esas palabras como un «chantaje emocional» y criticó que, según dijo, una asociación de propietarios de mascotas reciba «casi lo mismo» que el Banco de Alimentos. El portavoz del PSOE centró sus críticas en el convenio para el centro intergeneracional de Amancio Ortega por haber comprometido gastos sin consignación presupuestaria y el de Ourense en Común censuró que esa partida se mezclase con las ayudas a oenegés. También con el rechazo de todos los grupos fue retirada la modificación de 557.450 euros que incluía diversos gastos generales, como reparaciones, un plan de informatización y publicidad. Este último apartado fue el que más críticas suscitó.

Por último, la oposición también rechazó una modificación más, en este caso de 410.731,48 euros para cumplir con la aportación municipal comprometida para las obras, ya en marcha, del nuevo acceso al CHUO. En este caso, sin embargo, se descolgó OUeC. Su portavoz explicó que la asamblea de la «marea» les había dado la «encomenda» de votar a favor. Sin embargo, la alianza de DO y PSOE fue suficiente para tumbar la propuesta. Argumentaron, de nuevo, que el convenio había comprometido gastos inadecuadamente.

El alcalde reaccionó a estos reveses culpando a la oposición de «facer moito dano á cidade». Mientras, a él lo criticaron, en general, por no tener los presupuestos aprobados. Jácome lo llamó «engreído» por no abrirse a negociar con el resto de grupos, según dijo. Vázquez Barquero le invitó a dejar su puesto a otro concejal del PP «se vostede non ten forzas» y Martiño Xosé Vázquez recordó que Santiago y A Coruña sí tienen sus cuentas para este año aprobadas.

La oposición municipal también se alió para aprobar cinco mociones contra el criterio del ejecutivo popular

No todas las modificaciones de crédito propuestas por el gobierno popular fueron rechazadas. El ejecutivo liderado por Jesús Vázquez sí logró apoyos para desbloquear la amortización de doce millones de deuda, el pago de expropiaciones, la aportación municipal para dos obradoiros de empleo y la financiación para la urbanización del centro de salud de O Couto y para adaptar el vertedero de Eiroás a la nueva normativa ambiental. Además, hubo unanimidad para aprobar dos mociones de la oposición, ambas a propuesta de Ourense en Común, una para implantar un sistema de bonotaxi y otra para mejorar el mantenimiento de los senderos fluviales de la ciudad.

Ahí se acabaron los acuerdos con el PP. De hecho, la alianza de los tres grupos opositores logró imponer cuatro de sus mociones contra el criterio del ejecutivo popular. Dos del PSOE (para «reactivar» la Mesa da Mobilidade y para poner en marcha un plan especial para el polígono de As Coiñás), una de Democracia Ourensana para elaborar un informe económico anual sobre las inversiones en la ciudad de otras Administraciones (en este caso el PP se abstuvo) y una de Ourense en Común para vender las acciones del COB. Otra más del grupo socialista, que pretendía «desbloquear» el funcionamiento de la concejalía de Comercio, se debatió por puntos y varios de ellos también contaron con el apoyo de toda la oposición. Este asunto provocó uno de los encontronazos más sonoros del pleno. La socialista Juana Ageitos reto a la popular Ana María Fernández Morenza a decir cuántos expedientes había abierto al bar La Central (vinculado a la esposa del presidente del PP, José Manuel Baltar) e insinuó que no actuaba igual con todos los locales. La aludida dijo que se verá con ella en el juzgado.