Condenado por conducir ebrio y destrozar el calabozo en el que estuvo detenido

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El acusado, que intentó huir al ser sorprendido por los agentes, tendrá que indemnizar al Concello de Verín

23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los hechos que ocurrieron en la madrugada del 24 de febrero del 2014 en el casco urbano de Verín protagonizan una sentencia dictada por la magistrada del Juzgado de lo Penal número dos de Ourense, en la que se reprueba la conducta de un automovilista que, según ha quedado probado, se puso al volante de un automóvil después de haber ingerido demasiado alcohol y, ya detenido, provocó daños importantes en el calabozo.

Así se recoge en el apartado de hechos probados del fallo, en el que se rememora que, la noche de autos, Roi F. B., de 25 años, conducía «bajo la influencia de una intoxicación etílica contraída con anterioridad, que le impedía la conducción en las debidas condiciones de seguridad, motivo por el cual fue requerido para someterse a las pruebas de alcoholemia». Eso sí, al percatarse de que le iban a hacer soplar en el etilómetro, el conductor se bajó del coche y salió corriendo, siento interceptado minutos después por los agentes, y terminando finalmente por hacer la prueba. El resultado no dejó lugar a dudas sobre su estado ya que la tasa que arrojó, 1,10 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, superaba con creces la máxima permitida por la legislación vial actual, de 0,25 miligramos. En el atestado que realizaron los agentes, que ahora se recoge en la sentencia, se daba cuenta asimismo de que el sospechoso presentaba síntomas como «temblores, sopor, rostro sudoroso y pálido, pupilas dilatadas, halitosis alcohólica o deambulación titubeante», que vendrían a confirmar que se encontraba ebrio en el momento de ponerse al volante.

Rompió la pileta del baño

Los problemas del conductor con la justicia no terminarían ahí ya que, tras ser detenido por los agentes, fue trasladado a los calabozos de la Policía Local de Verín, en los que su comportamiento no fue precisamente normal. Así, ha quedado probado que «causó de modo intencionado desperfectos», llegando a romper la pileta del aseo y una pared.

Delito y falta

Ve claro la ponente que los hechos son constitutivos, por un lado, de un delito contra la seguridad del tráfico, por el que impone al conductor el pago de una multa de 1.350 euros, con la prohibición para conducir vehículos durante un año y cuatro meses. Por otro lado, advierte una falta de daños por la que le impone otra multa de 50 euros, con la obligación de indemnizar al Concello de Verín con 285 euros, en compensación por los daños causados en los calabozos. La sentencia no es firme.