El acceso a la mayor parte del patrimonio ourensano es gratuito

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Son de pago los monasterios de Oseira y Celanova y el castillo de Ribadavia

10 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La puesta en marcha de un sistema de pago por las visitas turísticas a la Catedral de Ourense ha chocado a una parte de la sociedad. La ciudad y la provincia presumen de tener un rico patrimonio y en casi ninguno se paga. De hecho solo está regulado en este sentido el acceso a unos pocos monumentos. Es el caso del monasterio cisterciense de Oseira, cuya entrada individual cuesta tres euros, que se reduce a 1,50 en el caso de grupos. Se consideran como tal aquellos con más de 25 personas que hayan concertado la visita con antelación. También se regula las horas a las que se permite ese acceso. De lunes a sábado hay siete momentos fijados a lo largo del día ?tres por la mañana y cuatro por la tarde? que los domingos se reducen a uno por la mañana y cuatro por la tarde.

También el Mosteiro de San Salvador en Celanova tiene tarifas reguladas por una normativa municipal. La tarifa general individual es de dos euros ?algunos colectivos tienen descuentos especiales? y otra para grupos de más de diez personas que pagarían 1,50 por cada integrante. Estos precios se aplican a las visitas guiadas por personal de la oficina de turismo ?fijadas de martes a sábado a las 11.00, 12.30, 16.30 y 18.00 horas; y los domingos a las 11.00 y 12.30 horas, salvo coincidencia con actos religiosos?, que incluyen la visita a la capilla de san Miguel y las torres del campanario. Pero cualquier persona puede visitar por su cuenta y de forma gratuita la iglesia y el claustro cuando el templo esté abierto.

Esa filosofía del acceso libre, siempre que coincida con el horario de apertura de la iglesia, funciona para la mayoría de las de la ciudad y del resto de la provincia. Algo que, en ocasiones, genera más de una frustración en el visitante, sobre todo en el caso de los templos ubicados en pequeños núcleos.

Así lo asegura Rosa Dorado, vocal que representa a Ourense en la Asociación de Guías Turísticos de Galicia. «Somos la segunda provincia en patrimonio románico, después de Palencia, pero hay muchísimos templos que no se pueden visitar, porque no hay nadie que te abra la puerta y no puedes condicionar a un grupo en si la vecina que tiene la llave está o no está cuando llegas», señala. Ese modelo funciona, por ejemplo, en otro tesoro del patrimonio religioso: la iglesia de Santa Comba de Bande. Pasa por ser la primera iglesia visigoda cruciforme y es Patrimonio Nacional desde 1921. La entrada a este pequeño templo es gratuita, pero es necesario localizar a la amable vecina encargada de abrir a los visitantes y de cerrar cuando se van.

En territorio astorgano

En la segunda diócesis con presencia en la provincia, la de Astorga, que aglutina a buena parte de las comarcas del oriente ourensano, tampoco es necesario pagar para visitar ninguno de sus monumentos religiosos. Ni siguiera el más singular y emblemático: el Santuario de As Ermitas, en tierras de O Bolo. Normalmente la puerta de entrada del templo está abierta la mayor parte del día y no hay trabas para acceder. Bien es verdad que tampoco hay ?al igual que en la mayoría de los templos de la provincia? ningún tipo de guías, ni audioguías, ni soporte físico informativo. El sacerdote, en el caso de que coincida, o los vecinos son la única fuente de información para el visitante.

Edificios civiles

El listado de patrimonio visitable previo pago se completa en Ourense con el Castelo dos Sarmiento, en Ribadavia. La audioguía cuesta 3,50 euros, pero no se limita al castillo, sino que incluye varias rutas con otros puntos de interés.

La torre de O Bolo, que se relaciona con la reina doña Urraca, y hoy convertida en centro de interpretación, también tiene fijado precio de entrada, pero en la actualidad permanece cerrada.

«Tenemos un listado de todos los pueblos y nos vale cualquier documento»

La primera jornada de puesta en marcha del sistema de pago para las visitas turísticas a la Catedral ourensana estuvo marcada por la normalidad. Los visitantes extranjeros o procedentes de otras regiones españolas no mostraron ninguna sorpresa por el hecho de tener que pagar para conseguir la audioguía y acceder al templo. Más extrañados se mostraron, según matizaba Jesús Sánchez, coordinador de proyectos de Arti Splendore, los locales. Una reacción que, para los trabajadores de esta empresa que gestiona el servicio en otros cincuenta monumentos españoles, «es completamente comprensible y normal». Pese a todo no recibieron protestas ?los vecinos de la diócesis no pagan, reciben la audioguía gratis?, aunque los ourensanos sí que les plantearon algunas dudas. «A quienes venían a hacer uso del templo les explicamos que podían seguir acudiendo con total normalidad y sin ninguna cortapisa, y también les aclaramos que las visitas no van a interferir en los oficios religiosos», señala.

En cuanto a cómo se identifica a esos visitantes que tienen derecho a la audioguía gratuita por ser de la diócesis, Jesús Sánchez explica que basta con enseñar el DNI «o cualquier otro documento que acredite su residencia, que a nosotros nos vale perfectamente». La empresa dispone ya de un listado completo con todos los núcleos de los distintos municipios que integran el territorio diocesano. Además de los residentes, la visita también es gratuita para las personas con discapacidad y los niños menores de doce años.