El protocolo reivindica la profesionalización del sector

M. V. LA VOZ / OURENSE

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Los expertos aseguran en Ourense que los nuevos tiempos no son incompatibles con las normas de organización

08 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el centro cultural Marcos Valcárcel se clausuró ayer el curso El nuevo protocolo para los nuevos tiempos, organizado por la delegación terrirorial de la Asociación Española de Protocolo y el centro asociado de la UNED de Ourense. Una decena de expertos explicaron algunos de los conocimientos precisos para entablar relaciones institucionales a distinto nivel así como las normas de protocolo necesarias para cualquier ocasión. En la clausura, y como último ponente, estuvo Juan Ángel Gato, presidente de la asociación nacional, quien se centró en el presente y el futuro del profesional del protocolo. «Estamos reuniéndos con el Ministerio de Educación para las cualificaciones porque solo hace cuatro años que se han creado los estudios universitarios sobre protocolo, todavía no está regulada la profesión pero estamos dando pasos y queremos convetir las delegaciones provinciales en colegios profesionales», aseguró Gato, quien destacó que no se están encontrando obstáculos pese «a los momentos delicados que hemos pasado en los últimos años». Recuerda, en este sentido, que el sector aglutina a un gran número de profesionales, además de generar un importante volumen de negocio, por lo que «hay que ir poniendo orden poco a poco, este es el momento de hacerlo para que el protocolo se vea como lo que es, un medio de comunicación más que hay que desarrollar con rigor y que aporta un valor añadido».

Y en cuanto al papel del protocolo en los nuevos tiempos políticos, sobre todo con la llegada de nuevos partidos, Gato asegura que «estamos trabajando con ellos también, algunos ya nos han llamado. Es cierto que puede haber algunos cambios, ahora por ejemplo parece que se ha puesto de moda el no llevar corbata y la verdad es que tampoco pasa nada». Con todo, el experto quiere dejar claro que «existe la conveniencia de guardar unas normas porque todo tiene una mecánica en beneficio de la organización de los actos».