Un jardín vertical, la solución para aislar el edificio de hierro

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

El inmueble, de fachada acristalada, registra temperaturas altas en verano y frías en invierno, lo que genera gasto e incomodidad

03 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si se cumplen los plazos y las previsiones de la Universidad de Vigo, antes del mes de agosto darán comienzo en el recinto del campus sur las obras de construcción de un nuevo edificio. El inmueble, que será la sede principal del proyecto Campus Auga, supondrá un cambio definitivo en la fisionomía del recinto académico provincial para el que, durante los próximos meses, no solo se espera la llegada de esa gran obra, sino también de otros proyectos más pequeños destinados a mejorar el día a día y la seguridad de quienes forman parte de la comunidad académica provincial.

Así se recoge en el informe de los Orzamentos 2016, en el que se recopilan una serie de trabajos destinados a reforma y mantenimiento que, en el caso de Ourense, aún arrastran algunos proyectos de años anteriores. Es el caso de la obra del segundo sótano del edificio jurídico-empresarial. «Aínda que prevista para o exercicio 2015, finalmente por retrasos na tramitación do expediente de contratación non se puido acometer a obra do segundo soto do edificio xurídico-empresarial», reconoce el texto, en el que se asegura que durante este año se abordará la primera fase del trabajo, con el que se pretende crear nuevas plazas de aparcamiento subterráneo para dar servicio a las necesidades derivadas de la Escuela Infantil y la Biblioteca central, situadas en las inmediaciones.

Para ese mismo edificio está prevista también la realización de trabajos de renovación de las escaleras de emergencia y mejora de fachadas. El «mal estado» de los cuatro módulos de escaleras de emergencia del inmueble «aconsellan unha intervención de mellora e reparación das mesmas», que comenzará este año.

Oscilaciones térmicas

Eso sí uno de los proyectos más deseados es el que hace referencia al tratamiento del aislamiento térmico de los edificios universitarios. «As temperaturas extremas, tanto en inverno como en verán, constitúen un problema importante que hai que abordar de xeito integral», explica el informe, en el que se propone montar un jardín vertical en el edificio de hierro, especialmente vulnerable a las oscilaciones térmicas por su fachada acristalada.

Aseguran desde el vicerrectorado ourensano que estos momentos están ya analizando cuestiones como la normativa vigente y el modo en el que se acometerá el plan, adelantando que la previsión es comenzar a ponerlo en marcha, por cuestiones climáticas, en otoño. En todo caso, hay mucho adelantado ya que el proyecto lo detalló en su trabajo de fin de grado una alumna de la facultad de Ciencias, Laura Pimentel Pérez, que estimaba el coste en algo menos de 50.000 euros.

«Me parece que puede ser la solución perfecta para este edificio», asegura Susana Reboreda, decana de la facultad de Historia -situada en el inmueble construido por el arquitecto Juan Rodríguez de la Cruz-, quien reconoce que, en verano, «los despachos de las plantas altas son como un sauna». Reboreda valora positivamente que la solución pase por «un proyecto bonito estéticamente» y espera que se puedan reducir costes energéticos, ya que el inmueble genera mucho gasto tanto en calefacción como en aire acondicionado. Es de la misma opinión Mar García, decana de la otra facultad de que acoge el edificio, la de Ciencias de la Educación, quien reconoce que «se trata de un inmueble complicado porque hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno».

Al margen de esto, la universidad prevé también en los próximos meses reparar la cubierta del pabellón de estudiantes, recuperar el invernadero, mejorar el perímetro del campus sur y adecentar la señalización general.