La comisaría saluda a su nuevo jefe

La Voz OURENSE

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

El ourensano Antonio Álvarez Valencia llega desde Tarragona para asumir el mando

27 abr 2016 . Actualizado a las 11:13 h.

La comisaría de Policía Nacional ha recibido con cierto alivio y esperanza al nuevo comisario provincial, el ourensano Antonio Álvarez Valencia, un policía natural de Muíños que ejercía en Tarragona como Jefe Provincial de Operaciones. El nuevo comisario llegó el lunes en comisión de servicio tras un rápido nombramiento que acabó con la interinidad en el puesto de Demetrio Martínez, sustituto accidental del anterior jefe, Amable Valcárcel, tras la jubilación de este a principios de este mes.

El nuevo comisario llega en comisión de servicios pero ya ha estado conociendo los departamentos y grupos de la sede policial ourensana y ayer participó como jefe provincial de Ourense en una jornada de riesgos laborales en Vigo en la que se citaron todos los comisarios de Galicia. Su nombramiento se produce en un momento de gran inestabilidad en la comisaría de As Lagoas, acentuada en las últimas semanas por la muerte de un funcionario que se autoinculpó de la desaparición de seis armas del búnker y del envío de anónimos que alertaban de este hecho y de supuestas irregularidades en el grupo de estupefacientes. Un equipo que fue desmantelado tras la operación Zamburiña dirigida por asuntos internos, que desembocó en la detención de dos agentes de drogas y la imputación de dos más.

La acumulación de asuntos negativos que dañaron la imagen de la comisaría ourensana desestabilizó la sede policial, donde la llegada del nuevo jefe se espera que suponga un soplo de aire fresco y no contaminado por los sucesos internos de los últimos meses. Antonio Álvarez cuenta con el aval del jefe superior de Galicia, Manuel Vázquez. Su rápida designación -cesó el viernes en Tarragona- supone evitar lo que se suponía una larga espera hasta el nombramiento de un jefe definitivo.

Cerrar las heridas de la comisaría, motivar a los funcionarios y culminar las investigaciones sobre la desaparición de las armas y la actuación del grupo de estupefacientes -casos cuyo cierre policial estaba próximo según el anterior comisario- serán los principales retos del nuevo jefe. También acometer la organización del nuevo turno de trabajo, implantado a nivel nacional, y que próximamente estará operativo en Ourense. Deberá hacerlo con una plantilla de menos de 200 funcionarios, que tiene escasez de personal en algunos departamentos, lo puede causar problemas para cubrir algunos turnos, según observan los sindicatos. Con los representantes sindicales se entrevistó ayer el nuevo comisario, para una primera toma de contacto. Esta semana tendrá que ser presentado oficialmente al subdelegado del Gobierno y ponerse al día con más profundidad en el funcionamiento de cada brigada.

En todo caso, los funcionarios se congratulan de que haya un jefe para tomar las decisiones que son precisas y para reanimar a una plantilla que ha sufrido sobresaltos trágicos. Además de las cuestiones internas, desde la delegación del Gobierno en Galicia se confía en que la llegada de Antonio Álvarez Valencia pueda suponer «un nuevo impulso» a la investigación de casos que causaron alarma social, como la desaparición y homicidio de Socorro Pérez, de la que se cumplirá un año la próxima semana. El delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, expresó ayer en un acto en Ourense que la policía ourensana no está escatimando medios en la investigación de este «complejo caso» y apuntó que se siguen líneas fiables para esclarecer «más pronto o más tarde» este luctuoso suceso. Unas averiguaciones que, por la falta de resultados hasta la fecha y por la línea que se siguió en los primeros días tras la denuncia de desaparición de la mujer, no han evitado ser objeto de críticas por parte de familiares de la víctima.

Carácter dialogante y sencillo en la primera impresión

Antonio Álvarez ingresó en la policía en 1977 y ascendió a inspector en 1986. Diez años después era inspector jefe y a finales del 2013 ascendía a comisario. Su último puesto en Tarragona fue como jefe de Operaciones, pero anteriormente estuvo en extranjería. La primera impresión tras su llegada a Ourense ha sido buena y se aprecia en el nuevo comisario un talante «dialogante, sencillo y humilde».