Política social o solidaridad individual. Que los concejales de Ourense en Común destinen parte de su sueldo en el Concello de la capital a un programa de apoyo escolar para clases de refuerzo es una iniciativa solidaria positiva, pero al mismo tiempo parece que se quieren tapar agujeros que la administración- a pesar de que cada vez pagamos más impuestos- no quiere cubrir. Dice la concejala de Benestar Social que el servicio ya estaba cubierto. Si es así y llega a quienes lo necesitan, parabienes. Pero me temo que no se alcanzan a cubrir a todos los demandantes. Y tal vez tenga que ser así. El sector privado tiene que existir y quien pueda pagar una academia que lo haga, pero lo ideal sería que la administración pusiera sus recursos a disposición de los padres de alumnos que lo necesitan y que hubiese una comunicación con los centros educativos para canalizar todas las opciones. Estas medidas de destinar parte de las dietas o salarios de los concejales a causas sociales quedan bien y seguramente responden a la conciencia de quienes la practican pero el sistema tiene que estar articulado de otra manera. También en Ramirás los concejales renunciaron a sus dietas para destinarlas a la compra de material escolar del colegio del municipio. Así parece que en función del lugar en el que te toque vivir y de la solidaridad de tus concejales puedes tener disponible más o menos recursos educativos. Aunque no debería ser así, siempre ha sido así. Incluso en un ámbito pequeño como el ourensano la igualdad de oportunidades se diluye por territorios.