Una anciana muere durante un atraco en su casa de Outomuro

Maite Rodríguez Vázquez
Maite Rodríguez CARTELLE

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Al parecer la mujer, de 92 años, sufrió un infarto por la impresión al despertarse ante encapuchados

10 ene 2016 . Actualizado a las 00:49 h.

Cinco encapuchados, armados con tres pistolas, irrumpieron de madrugada en el domicilio de Outomuro -en el concello ourensano de Cartelle- en el que dormían José Antonio Cacheiro y su madre, Carmen Domínguez, de 92 años. A golpe de maza y usando posiblemente una pata de cabra, rompieron la puerta de seguridad de la vivienda tras forzar primero la del portal y se adentraron en la casa. Después de intimidar al propietario con un arma corta, consiguieron llevarse los 200.000 euros que el empresario guardaba. Lo más trágico de la noche fue la muerte de la mujer, que estaba en la cama, y sufrió un infarto durante el asalto.

Lo contó ayer José Antonio Cacheiro, un empresario muy conocido en el municipio y en la comarca por sus diversas actividades: «Empezaron a forzar na casa antiga [una vivienda anexa] porque pensaban que durmiamos alí, pero como non viron a ninguén viñeron a esta. Esta porta era mala de abrir, pero fixérono cunha pata de cabra e con mazas, supoño. Eu espertei, e en cousa dun minuto, saín á ventá e berrei». Eran alrededor de las 2.50 horas de la madrugada, según recuerda la propia víctima. Aunque su casa está céntrica y linda con la travesía del pueblo, ningún vecino lo oyó a esas horas. «A verdade é que podería ter escapado, pero sentinme responsable ante a posibilidade de deixar soa na casa á miña nai, minusválida. Eles puxéronme unha pistola na cabeza e deilles o que me pedían», explicó José Antonio Cacheiro.

Guantes y pasamontañas

Eran cinco hombres, bien tapados con pasamontañas y que utilizaban guantes para no dejar huellas. Cacheiro oyó hablar a tres de ellos y percibió un acento extranjero; cree que es rumano, pero no sabe si original o fingido por españoles.

La víctima sospecha que los asaltantes podrían haber tenido información sobre el dinero que había en la casa. De hecho, asegura él que nunca guardaba esa cantidad en su domicilio. El hijo sospecha que su madre, que estaba delicada de salud pero aún muy lúcida, pudo morir de un infarto al despertarse sorprendida por alguno de los encapuchados.

La autopsia confirmó la muerte natural, según informó la Guardia Civil, cuyo equipo de la Policía Judicial investiga el robo. «Tíñano todo moi preparado. Foi moi duro», lamentó la víctima.