Los afectados precisan un informe del Sergas para poder recuperarlo
29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Son ya 45 los carnés de conducir que lleva retirados la Jefatura de Tráfico de Ourense en lo que va de año a causa de la pérdida de aptitudes de los titulares de los permisos. En la práctica totalidad de los casos es la respuesta que la administración ofrece a las advertencias que formula la Guardia Civil de Tráfico -en ocasiones también las policías locales- sobre la pérdida de aptitudes de quienes no se resignan a dejar el volante pese a ver mal o haber perdido oído, por citar dos de las limitaciones físicas más habituales.
Un accidente de tráfico, una infracción llamativa, o alguna actuación excepcionalmente grave al volante, pone sobre alerta a los agentes. En esos casos, al advertir signos evidentes de la pérdida de condiciones, se cursa una comunicación a Tráfico, donde se tramita un expediente y se suspende cautelarmente el permiso de conducir hasta que el afectado obtenga un certificado oficial de aptitud. Será el Sergas el que certifique. Hasta tres veces podrá el particular acudir a las dependencias de la avenida de Zamora. Tres pruebas con resultado negativo dan lugar a la revocación del permiso.
La norma dice que cuando el resultado de las pruebas sea favorable, la Jefatura de Tráfico acodará dejar sin efecto el expediente de declaración de pérdida de vigencia, el levantamiento de la suspensión cautelar y la devolución del carné de conducir. La teoría dice eso, pero en la práctica, como reconoce el responsable de la DGT en Ourense, David Llorente, «son contadísimos los casos en los que los conductores afectados recuperan el permiso». En parte de los casos, los afectados recapacitan sobre el alcance de sus limitaciones y dejan de conducir. En otros, son los familiares y allegados quienes aprovechan la situación para reforzar la petición de que el conductor, casi siempre de avanzada edad, evite ponerse el volante. En el resto de los casos, el Sergas confirma lo que el ojo clínico de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico apuntaba.
Un temblor muy acusado de las manos, una evidente falta de pericia, la constatación de que el conductor está medicado con sustancias cuyo consumo añade un plus de riesgo al limitar la necesaria concentración, la pérdida de visión de oído, son signos que indican que algo falla.
Aparte de los accidentes de tráfico, que en sí mismos emiten señales de alerta, episodios como el acceso a una autovía por un carril equivocado -para circular en sentido contrario con el riesgo que ello supone para terceras personas- sueles delatar pérdida de condiciones.
El caso más reciente, que esta misma semana se ha concretado en la retirada del permiso de conducir ocurrió en la A-52 a primeros de octubre. Un octogenario, vecino de Cualedro, quería entrar en la autovía y circular en dirección a Benavente. Fue interceptado en sentido a Ourense. Lejos de reconocer el error, o admitir que había sido un despiste, el conductor trataría de convencer a los guardias de que estaba circulando correctamente. La comunicación a Tráfico del incidente ha acabado con la retirada del permiso de conducir al protagonista del suceso.