Archivada una denuncia por acoso a detenidos por parte de policías de Asuntos Internos

La Voz OURENSE

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La intervención de esta unidad en la operación que llevó al arresto de dos miembros de grupo de drogas dio lugar a 2 escritos de queja

29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El malestar en la comisaría de policía de Ourense por la forma de actuar de los efectivos de la Unidad de Asuntos Internos, con un trato que consideran «excesivo» en lo que afecta a dos de los miembros de la brigada de estupefacientes que estuvieron algún tiempo incomunicados y encerrados en los calabozos de la comisaría, tardará en desaparecer. Los reproches se hacen puertas adentro, pero ello no impide que se esté siguiendo con especial interés la denuncias que dos de los particulares detenidos en la operación presentaron contra los agentes llegados de Madrid. Les atribuyen acoso policial. Una de ellas ha sido archivada, aunque ha sido recurrida.

Entre los detenidos en esta operación figuran una pareja. Él es empresario. Le encontraron una pistola y 90 gramos de cocaína. Arrestaron también a su esposa. Recibieron distinto trato en la comisaría, la ración de calabozo llegó al límite de las 72 horas en el caso del hombre, conocido como Tronquito. Ella estuvo menos horas, aunque pasó una noche en las dependencias policiales, tiempo suficiente para sentirse presionada y acosada por los agentes de Asuntos Internos. Según ha dicho en la denuncia -que presentó en la comisaría de policía, donde se mantiene un notable resquemor hacia los compañeros que participaron en el caso- le sugerían la declaración y le prometían que saldría de forma inmediata, pero con cada retraso anunciado le llegaba un nuevo recado sobre la forma en que debería conducirse, según su propio testimonio.

Esta denuncia, presentada en comisaría de policía por la mujer, tuvo continuidad con una segunda, que presentó Tronquito cuando ya se encontraba en prisión preventiva en el centro penitenciario de Pereiro. Esta, al parecer, aún no ha sido resuelta. El detenido sostiene que, después de la lectura de derechos y de haber dejado claro que no iba a prestar declaración alguna en las dependencias policiales, recibió continuas visitas de los agentes que dirigieron la operación, que no dejarían de plantearle la conveniencia de que declarara e incluso en sentido del testimonio para lograr la mejor salida a la situación en la que se encontraba. La demanda de información sobre la pistola sin licencia que le ocuparon centró, al parecer, las conversaciones por las que este detenido se sintió acosado.

Al tratarse en los dos casos de denuncias, quienes las plantean se limitan a dar cuenta de unos hechos al juez, sin señalar eventuales delitos.

Los cuatro policías imputados se encuentran en libertad. De los trece detenidos, el juez instructor limitó la prisión preventiva a tres personas. A Josefa P. G. «Pucha» se le atribuye la propiedad de la importante cantidad de droga ocupada: 5,3 kilos de cocaína y 1,5 de heroína. A Tronquito, el empresario, también le ocuparon 90 gramos de cocaína. Al tercer preso, supuesto miembro de la organización, no le encontraron nada. Una de las dos pistolas intervenidas, sin licencia, la tenía un funcionario. La otra, Tronquito. Ninguna de ella tenía ni parecido con las desaparecidas en la comisaría antes del verano.