Los dueños de pisos en cuatro zonas podrán solicitar fondos públicos
10 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La rehabilitación de viviendas hace ya tiempo que se ha convertido en una alternativa a tener en cuenta en la ciudad de Ourense. La crisis económica, sumada a la urbanística, hacen que levantar nuevas edificaciones se haya convertido casi en una misión imposible. En ese escenario marcado por la incertidumbre son muchos los propietarios que apuestan por realizar en sus viviendas un lavado de cara que le permite vivir en una condiciones óptimas. La administración central tampoco es ajena a esta nueva tendencia y son habituales las ayudas para las denominadas Áreas de Rehabilitación Integral.
En el caso de la ciudad hay cuatro. Según anunció ayer la Xunta de Galicia, Ourense recibirá cerca de tres millones de euros -uno de ellos será aportado por el gobierno autonómico y unos 40.000 euros por el Concello de Ourense- para la restauración de 175 viviendas. Esta inyección económica se anunció durante la visita de la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, a la última área en sumarse a este proyecto. Se trata de la ubicada en los barrios de Serra de San Mamede, Cruceiro Quebrado y A Inmaculada, en el entorno del complejo hospitalario, y que recibió esa consideración el pasado 15 de septiembre. Para este espacio, detalló Ethel Vázquez durante un recorrido por la zona en el que estuvo acompañada por el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, se reserva dinero para actuar en un total de quince inmuebles, además de diferentes trabajos de urbanización a los que se destinará una partida económica de casi 90.000 euros.
En otros puntos
De acuerdo con la información facilitada por la Consellería de Medio Ambiente, la mayoría de las viviendas a reformar con fondos autonómicos se ubicará en el ARI de Polvorín, Camelias y A Carballeira. Serán un total de 111 las beneficiadas. También habrá un número considerable de actuaciones en el casco histórico (45) y en menor medida las ayudas llegarán al núcleo de Seixalbo (4). «A Xunta pretende que Galicia siga sendo un referente de rehabilitación e por iso esta é unha liña prioritaria da súa política de vivenda», señaló la titular de la cartera de Infraestructuras, Ethel Vázquez. Y es que el gobierno gallego considera fundamental en el escenario urbanístico y económico actual apostar «polo xa construído».
Desde la creación de esta línea de subvenciones en Galicia se han rehabilitado más de 11.300 viviendas en Galicia. De ellas, más de 850 corresponden a las repartidas por el núcleo urbano.
Buen reparto
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, hizo una lectura positiva del dinero que el Plan Estatal de Vivenda destinó a la capital: «Ourense e Vigo son as dúas cidades que máis fondos reciben para ARI, estando as dúas practicamente ao mesmo nivel». Según detalló, la conselleira en las próximas semanas se avanzará en la tramitación de los convenios.
La mayoría de las solicitudes son para instalar ascensores y renovar fachadas
Las áreas de rehabilitación integral se han convertido en una herramienta de éxito para mejorar la imagen y la calidad de vida de vecinos de zonas especialmente castigadas. Al abrigo de estas ayudas, por ejemplo, se ha recuperado gran parte del esplendor de las viviendas del casco histórico ourensano, que en su caso ya supera la decena de convocatorias. Pese a su implantación en la ciudad y que ya se han rehabilitado más de ochocientas viviendas, las dudas siguen surgiendo entre los vecinos, según se desprende de la actividad en la oficina de rehabilitación municipal. Lo primero que debe saber quien esté interesado en acceder a las ayudas es qué puede rehabilitar. En este sentido, las ayudas se centran tanto en elementos comunes del edificio como en el interior. Desde la mejora de la accesibilidad con la instalación de ascensores hasta la renovación de las fachadas. Si hablamos de dinero, el solicitante debe de saber que los fondos públicos solo financiarán el 75 % de la obra en el caso de que sean elementos comunes y el 50 % si se traza de actuaciones en el interior de un piso. La ayuda nunca superará, en todo caso, los 10.000 euros por vivienda. La experiencia también deja claro que el dinero llega más tarde que la actuación, ya que debe de recibir la certificación correspondiente que deben de validar los técnicos municipales.