Condenado a un año de prisión por pegar a un peatón que tiró una colilla a su coche

La Voz OURENSE

OURENSE CIUDAD

El agredido trataba así de recriminar al conductor lo cerca que le había pasado en un paso de cebra

06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El gesto de tirar la colilla de un cigarrillo a un coche, que fue la reacción espontánea de un peatón que tuvo la sensación de que un turismo le había pasado demasiado cerca en un paso de cebra, dio lugar en enero del 2014 a una agresión del conductor al caminante en forma de puñetazo. La posterior denuncia ante la policía, que dio lugar a un procedimiento judicial, acaba de traducirse en una sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense que condena a doce meses de prisión a J. G. G., de 32 años, como autor de un delito de lesiones. Deberá pagar al lesionado 1.754 euros y al Sergas los 359 euros de la asistencia.

El peatón había encajado un puñetazo, propinado sin mediar discusión por el conductor de un Golf que se había apeado del turismo y dirigido hacia él, advirtiéndole que, si se volvía a acercar al coche, «lo hacía picadillo», según el relato de hechos probados de la sentencia.

Facebook y amigos comunes

Lo dejó correr el agredido, pero a los dos días se sintió mal y acudió al CHUO, donde le diagnosticaron perforación de tímpano. Denunció lo ocurrido a la policía y, con posterioridad, al comprobar que el Sergas le reclamaba el pago de la factura, intentó una aproximación al supuesto agresor, tras comprobar con ayuda de Facebook que tenían amigos comunes. No prosperó la petición de pago y perdón a cambio de retirar la denuncia.

La jueza, ante las dos versiones de los protagonistas, acogió la del perjudicado, que, según dice, mantuvo siempre la misma línea en sus declaraciones, mientras que el acusado incurrió en contradicciones.

El imputado había dicho en el juicio que no vio al chico en la acera, ni tampoco el paso de peatones, que sintió que le habían tirado un objeto, paró, se bajó del coche, preguntó al chico cómo estaba y marchó. Negó la agresión y aseguró que unos días después había acudido a verlo la misma persona, con dos conocidos de ir al gimnasio, para decirle que si le daba cincuenta euros retiraba la denuncia de la policía.

En la fundamentación jurídica del fallo, la jueza pondera el hecho de que el acusado hubiera dicho en su primera versión que tras recibir el impacto de algo en el coche «tuvo un intercambio de palabras, y cuando vio que se abalanzaba hacia él lo apartó con las manos».

La pena impuesta es de un año de prisión y 1.750 euros de indemnización