Un ascensor agita la plaza 

Brais Capelán OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Las protestas por su ubicación se producen unos meses antes de la ejecución de la reforma integral de las instalaciones por más de 5 millones

06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A viva voz discutieron ayer por la tarde el presidente de la Plaza de Abastos y una decena de placeros. El motivo fue la ubicación del ascensor, que conectará las dos plantas del edificio. El proyecto, que arranca con meses de retraso, suscitó las críticas de parte de los locales del primer nivel. 

Ante el inminente comienzo de las obras, los placeros decidieron plantar varias mesas y sillas en la ubicación donde debían arrancar los trabajos y esperar sentados a que algún responsable les acompañase para llegar a una solución. El conflicto vino originado por la escasa distancia que quedaría entre un local y el elevador, a 1,6 metros. Al tratarse de una frutería, en la que las cajas se disponen por fuera del espacio acotado, el espacio sería todavía menor. Los afectados habían emitido un escrito al alcalde de Ourense previamente, en el que se dejaba constancia de las molestias que esta obra ocasionaría a los clientes y a los propios comerciantes, ya que «perjudicaría a la clientela que va con un carrito o que se desplaza en silla de ruedas», dicta el documento. Además, también añaden los afectados que, en caso de incendio u otro incidente, el ascensor supondría un obstáculo para proceder a la evacuación del edificio. Los placeros aseguraban ayer que nadie del Concello se había puesto en contacto con ellos para mediar con la dirección de la Plaza de Abastos.

Sí acudió en busca de una solución Emilio González, presidente de la asociación, cuando pasaban las cinco de la tarde y los obreros y responsables del trabajo observaban perplejos la situación. Antes, agentes de la policía local levantaban atestado de lo sucedido. González se plantó ante los placeros algo alterado por la situación. Algunos de los presentes quisieron enfriar los ánimos ante los temores de que la disputa llegase a mayores. Unos y otros se lanzaron acusaciones y, a cuentagotas, iban aportando posibles soluciones al conflicto. González llegó a proponer que, tras la instalación del ascensor, los placeros expusieran sus quejas. También hizo referencia al próximo traslado a la Alameda, que fue tildado de «cuento chino» por los otros comerciantes. 

Finalmente, hubo acuerdo entre ambas partes, gracias al desplazamiento de aproximadamente medio metro del hueco del elevador hacia el margen izquierdo. «Mi postura de poner el ascensor era firme. La plaza no es de los placeros; es del Concello y de los usuarios», valoró posteriormente el presidente, que calificó la sentada de ayer como «un capricho». En los próximos meses está previsto que arranque en la Plaza de Abastos la remodelación integral de las instalaciones, con un presupuesto de 5,3 millones de euros.