La ciudad tiene un parque infantil por cada 107 niños menores de 12 años

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

A pesar de que la normativa gallega obliga a la homologación de las áreas, el Concello de Ourense es incapaz de acometer todas las reformas

04 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La defensora del pueblo, Soledad Becerril, alertó esta semana en el Senado de que los parques infantiles en España carecen de «unas normas mínimas de seguridad». Galicia y Andalucía son las únicas comunidades autónomas que cuentan con un decreto propio que estipula el estado en el que se deben encontrar estas áreas. En la capital existen 98 parques infantiles. Esta cifra supone que hay uno por cada 107 niños, con edades comprendidas entre los 1 y los 12 años. En la actualidad no se puede afirmar que todos ellos se encuentren homologados aunque, según subrayan desde el Concello, la mayor parte está en buen estado. La revisión se hace de manera continua, aunque es cierto que su reparación supone para las arcas municipales un importante desembolso económico que no permite hacer reformas globales. Como ejemplo, una silla homologada de bebé de un columpio puede llegar a costar, aseguran, 300 euros. Las reformas son, pues, paulatinas. Del total, dicen, la mayoría de estas áreas infantiles son óptimas, aunque subrayan las deficiencias visibles de otras, como puede ser las de la Alameda do Cruceiro - en este caso se prevé un plan de actuación de cara al 2016-, la de O Peliquín o la que se encuentra en el paso a nivel de tren en San Francisco. En contraposición, se presentan las infraestructuras del parque de San Lázaro, de Vistahermosa, la avenida de Zamora, Santa Teresita, o Seixalbo. Además, en los últimos meses han sido retiradas por completo en Pazos, carretera de Rairo, plaza de Sandiás o Afonso X El Sabio, por su peligrosidad.

Pero lo cierto, según subrayan los técnicos municipales, es que no se llega a todo. A esto hay que añadir los desperfectos continuos, por culpa del vandalismo, que sufren estas zonas. El último afectado ha sido el del Xardín de O Posío, en donde se rompieron unas tablas, que tuvieron que ser repuestas a los pocos días. Otro de los problemas con los que se encuentra el Concello es con la compra de material homologado. Las normas son muy rígidas y se tiene que encargar a empresas especializadas que a veces tardan semanas en entregar los productos. Esto obliga al Concello a tomar medidas alternativas, mientras no puede arreglar la zona.

Una vez al año, según marca la normativa gallega, los parques deben pasar un control y el Concello emitir un certificado sobre su estado.

Un documento que debe poseer la administración local para garantizar la seguridad de estas zonas. Los controles los realizan empresas especializadas en certificaciones de este tipo, que comprueban que todos los elementos están en perfecto estado y que no existe ningún peligro para los niños. En esos informes recomiendan a las administraciones las medidas que deben tomar. El Concello de Ourense es, por lo tanto, el responsable último y el que tiene la obligación de cumplir la normativa sobre los parques infantiles.

O Barco quiere que las revisiones y controles de las zonas de juegos sean mensuales

El número de parques infantiles en los concellos ourensanos varía, concentrándose la mayoría de ellos en las capitalidades comarcales. Su estado depende de cada administración local y, en términos generales, afirman que es bueno en los cascos urbanos, aunque hablan de pequeñas reformas, y no tanto en los pueblos.

Destaca por la cantidad O Barco de Valdeorras, que tiene un total de 23 áreas. La mayoría, dieciséis, en el casco urbano. Desde el Concello aseguran que están en muy buen estado auqn eu hay peros. «Hai varios que están deteriorados, porque moitos teñen oito ou doce anos, e as pezas empezan a dar problemas, os tornillos, os rodamientos..», afirma el edil Miguel Neira. En la actualidad elaboran los pliegos para sacar a concurso su mantenimiento, en los que se especificará la necesidad de revisarlos de forma mensual.

Disparidad en el número

En A Rúa, hay seis parques, todos renovados y en buen estado, menos el ubicado en el pueblo de Somoza. Según la alcaldesa, María González Albert, todos ellos homologados. «O único que dá problemas é o de Fontei, porque todas as fins de semana (ou case) hai desperfectos na balado, que é de madeira», afirma la regidora. En Xinzo, existen cinco jardines con espacio para juegos de niños. La oposición ha denunciado varias veces carencias en algunos de ellos, pero en el más grande, el de O Toural, se acometerá en breve una reforma integral. Y en Verín hay cuatro con zona de juegos en estado aceptable, según el Concello. Los niños de O Carballiño cuentan con los parques urbanos de A Veracruz, Alameda, parque municipal y Framia (Catro Camiños); además de cinco más en los diferentes pueblos. El que se encuentra en peor estado es el del parque municipal. Debido, principalmente, a su lejanía del núcleo urbano y a los actos vandálicos, sobre todo durante los fines de semana. Ribadavia, por su parte, tiene once parques, de los que cuatro están en la capitalidad. En el casco urbano de Celanova hay dos parques infantiles, aunque el más utilizado por los niños es el que se encuentra detrás del monasterio. El alcalde, en este caso, desconoce si está homologado. De los once que hay en el Concello de Barbadás, ocho se encuentran en A Valenzá.