Limpieza y mantenimiento

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón A LA CAÍDA

OURENSE CIUDAD

30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las primeras iniciativas del alcalde de Ourense tras asumir el cargo fue la de llegar a un acuerdo con la empresa adjudicataria de la limpieza para poner en marcha un plan de choque que eliminase la suciedad en distintos puntos de la ciudad. Dice una y otra vez que la compañía ha asumido ese encargo a coste cero, algo que no deja de ser llamativo. Sea como sea, el caso es que, sin entrar en más detalles, que limpien lo que está sucio, además de parecer una obviedad, está bien. El problema está en saber qué pasará después.

Como estrategia de márketing está muy bien concentrar a los equipos de limpieza en determinados lugares de la ciudad. Todos los vecinos ven que algo se está haciendo y, teniendo en cuenta la dejadez de los últimos años, siempre será bien recibido. Pero insisto: ¿Y después qué? Y lo digo porque en pleno centro hay (¿cómo decirlo?) un zurullo descomunal que nadie parece tener intención de limpiar. Apareció el pasado fin de semana en la esquina de las calles Xoan XXIII y La Habana. Los primeros días olía tanto aquello que uno se preguntaba qué enfermedad podía padecer el autor de la cagada y no podía evitar compadecerse de las personas que viviesen en el primer piso del edificio más cercano. Pues bien, después de que los zapatos de decenas de personas hayan repartido un buen trozo del pastel por la ciudad, parte del mismo sigue ahí, pegado en la acera. De poco valdrán los planes de choque sin mantenimiento.