De la permisividad inicial al marcaje férreo de los coches sin tique

r. n. ourense / la voz

OURENSE CIUDAD

22 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo en que las multas de la zona azul de Ourense eran simplemente disuasorias. El conductor aparcaba y se excedía del tiempo estipulado en el tique (o incluso no lo ponía) y sabía que le colocarían un papelito en el cristal que nunca llegaría a convertirse en una multa efectiva. Era siempre papel mojado. Esa situación generó incluyo leyendas urbanas sobre supuestas listas negras de vehículos a los que le retiraban el coche de la zona azul. La situación cambió radicalmente en los últimos años. Los gobiernos bipartitos de PSOE y BNG fueron los encargados de tomar las riendas en el cobro de las multas de la zona azul. En tiempos de Fernando Varela, exconcejal del BNG que dimitió a raíz de su imputación en la operación Pokémon, se optó porque un agente policial acompañara a los controladores de la ORA para dar validez al procedimiento. Se desistió ante la escasez de agentes. Fue ya en el segunda etapa del bipartito, en el 2012, cuando se optó porque los controladores fuesen provistos de una cámara para fotografiar los coches y las multas impuestas con el fin de llevar todas las de ganar ante un hipotético recurso. Hay que recordar que las sanciones por estacionar en la ORA sin tique alcanza los noventa euros (45 en pago reducido) y sesenta por superar el tiempo máximo (30 reducido). Las tarifas, por su parte, van desde 0,40 hasta 1,45.