El maltrato a un BIC

Miguel Á. González TRIBUNA ABIERTA

OURENSE CIUDAD

07 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una imagen que pone tercermundismo en un Ourense que quiere ser moderno y acogedor, le nace a la Catedral todas las tardes con las basuras consumistas de los bares. Con maltrato a un BIC, el monumento más visitado por los que llegan a la ciudad, que la ley del patrimonio protege y que multa a los agresores, incluidos los que la degradan con su cómoda manera de deshacerse de los residuos de sus negocios. Produce sonrojo este desprecio cotidiano que es ofensa de los ciudadanos que transitan y de los vecinos que allí viven, porque además de un atentado contra la estética lo es contra la salud pública. Quizá los responsables municipales que con celo velan contra los coches mal aparcados deberían hacerlo contra las basuras al lado de un edificio emblemático que merece no ser tratado como un degradado espacio. Hace un siglo para evitar que el ángulo de la Catedral que hoy sirve de improvisado basurero se convirtiera en algo parecido, se encargo un proyecto de un edificio adosado cuya construcción hubiera sido un desatino. Se pudo evitar aquel mal uso, no sé si con benévolas recomendaciones o con multas educativas, pero lo cierto que los ourensanos del pasado entendieron que se perjudicaban así mismos con aquella falta de civismo. Desearía que los de hoy nos respetemos y pongamos empeño en no ofender a la ciudad por la comodidad de no cumplir las ordenanzas sobre horarios y espacios para depositar aquello que nos estorba