El hombre que dijo haberla visto el 2 de mayo a las 21.00 horas se equivocó
03 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La búsqueda de Socorro Pérez, la ourensana de quien no se tienen noticias desde el pasado 2 de mayo, ha dado un giro importante esta semana. La policía ha reorientado las labores de rastreo en el entorno del seminario. La revisión de las declaraciones de los testigos que vieron a la desaparecida el sábado sitúa en las cinco de la tarde en el momento en el que se le pierde la pista y no a las nueve de la noche, como desde el principio sostuvo una persona, que la situaba aquel día y a esa hora en el camino de regreso a su casa de O Couto desde Reza.
La persistente declaración del amigo de Socorro, que creía haber hablado con la mujer el sábado, 2 de mayo, llevó a la policía a descartar que a esa hora pudiera haber continuado su caminata hacia el entorno del seminario, como hacía en ocasiones. La clave para este giro de la búsqueda la dio una de las personas del grupo de amigos que había visto cómo Socorro hablaba con el testigo en las inmediaciones del bar Pijú. Le hizo ver que no había sido el sábado 2 de mayo, sino dos días antes, el jueves. De ese modo, la aportación del testigo que parecía clave en el caso acabó siendo irrelevante. La referencia de quien la vio por última vez sigue siendo la de la vecina que encontró a Socorro Pérez cuando salía de su casa a las cinco de la tarde con unas mallas negras y un cortavientos rosa.
Con este cambio, la policía ha recuperado como alternativa más sólida la posibilidad de un accidente en el entorno del seminario. En medios relacionados con el caso, que han dejado de valorar la opción del suicidio, no se descartan otras vías de investigación, incluyendo la participación de terceras personas.
El hecho de que en aquellas fechas hubiese fiestas en O Couto, con la presencia de personas que no residen habitualmente en el barrio, también ha sido valorado por los investigadores. El entorno del estadio de fútbol fue rastreado sin éxito. También el río Miño, donde ayer voluntarios de Protección Civil de Ourense volvieron a botar una lancha para repasar el cauce, aunque fue uno de los lugares en los que ya se buscó intensamente.
Mientras la policía continúa investigando todavía sin llegar a una conclusión de lo que pudo pasar en la misteriosa desaparición de esta mujer, sus vecinos de Rabo de Galo -barrio rural en el que residen sus padres y donde había comido el día que fue vista por última vez- mantienen viva su memoria con pancartas en las que reclaman tener noticias. Para este sábado, a las 11.30 horas, han convocado una concentración con el mismo objetivo.
La familia pide más efectivos
Ayer se cumplió un mes de la desaparición y la familia sigue desolada. «Cada día que pasa es una losa. Se cumple un mes y es una fecha redonda para un drama familiar grande», explicaba ayer Jesús María Pérez, primo de la desaparecida y portavoz. Asegura que están «contrariados por la falta de medios y efectivos policiales para seguir la investigación». Recientemente, tres sindicatos de la Policía Nacional dieron a conocer que se había reducido el número de miembros del Servicio de Atención a la Familia (SAF), que investiga la desaparición.
Por ello, Jesús María Pérez hizo un llamamiento al Ministerio del Interior: "Que redoble efectivos porque es urgente por la desaparición extraña de una persona hace un mes. Hay muchas vías de investigación abiertas y no se pueden abandonar, sino que hay que profundizar en ellas», explicó el portavoz. Con todo, la familia sigue confiando en la labor de la policía.