No hay miedo

María Cobas Vázquez
María Cobas DESDE MI MONTAÑA

OURENSE CIUDAD

26 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Son un experimento. No van a traer nada bueno. Acabaremos como Venezuela. Los partidos clásicos cogieron un discurso al más puro estilo infantil de que viene el lobo, el coco o cualquier otro personaje que hiciese que te fueses a dormir sin rechistar, para intentar asustar a los ciudadanos ante las urnas. Ya se sabe que más vale malo conocido que bueno por conocer. Y con lo de resignados que tenemos los gallegos, casi lo tenían hecho. Pero no. Al menos no del todo. O al menos cada vez menos. Las urnas se abrieron y se abrieron las ventanas y las puertas de muchos consistorios, y se oxigenaron los pulmones de la democracia (perdonen la horterada). No es todavía un cambio. Igual es que no es cuestión de cambiarlo todo. Lo que ha quedado claro (sin entrar en casos concretos) es que la gente no quiere lo que hay. Que la política del «y tú más» ya escuece. Que lo de las contrataciones a dedo para amiguetes escuece todavía más en un país donde el paro todavía duele y mucho (menos para Rajoy, que ayer después de tres años habló sin ser a través de un plasma, ¡algo ha cambiado ya!). No es el final de los partidos tradicionales, de hecho, en Ourense todavía está muy lejos de serlo salvo en algunos casos, pero es un aviso. No vale lo que hay. Hay que cambiarlo. Hay que darle una vuelta a todo. Lo de esperar a que el otro la pifie para entrar uno porque solo hay dos (o tres), ya no es así. Hay un cambio. Y hay que asumirlo, aunque después haya candidatos que entienden lo sucedido el domingo como que los españoles son gilipollas. ¡Gran lectura!