Dejó de abonar parte de la pensión de su exmujer para que su hijo no la malgastara

Dejó de pagar M. M. C., de 51 años, parte de las cantidades que estaba obligado a entregar mensualmente a su exesposa en concepto de alimentos para sus hijos. Una sentencia del juzgado de primera instancia número 2 de Ourense del año 2000 había fijado en 90 euros lo que debía pagar por cada uno de ellos. Disponía de liquidez, pero entre enero del 2013 y febrero del 2015 redujo la aportación, abonando solo los 90 euros correspondientes al menor. Ahora, por esa decisión unilateral ha sido condenado por un delito de abandono de familia por impago de pensiones al abono de una multa de 1.080 euros (seis meses a razón de seis euros diarios, el mínimo legal) y a indemnizar a su exesposa con 7.452 euros más.

El juez ha rechazado los argumentos del acusado, que había alegado que uno de los hijos es mayor de edad y tiene ingresos económicos propios. Como también que carecía de medios para hacer frente a sus obligaciones. Contrariamente, estima que disponía de capacidad económica suficiente para hacer frente al pago de las pensiones fijadas en virtud de resolución judicial, «sin que haya acreditado carencia absoluta de posibilidad de pago ni voluntad seria de pago de aquellos períodos en que el acusado hubiese gozado de capacidad económica, siendo su incumplimiento consciente y voluntario».

Se alude, dice la sentencia, «a que uno de los motivos que también se tuvo en cuenta a la hora de no abonar la pensión de Rodrigo es la de evitar que dicho numerario fuera malgastado por este». Sin embargo, matiza el juez, «no hay duda de que la decisión unilateral de no abonarlo -tal y como hizo el acusado- no remedia el problema y, a buen seguro, genera otros nuevos, pues no hay que olvidar que la necesidad de alimento subsiste y tendrá que ser la madre la que tenga que cubrir dicho desabastecimiento».

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