El Paseo de la capital acoge una feria del libro infantil y juvenil. Numerosas persona se acercan estos días para hacerse con algunas de las novedades o los clásicos
01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La literatura infantil y juvenil vive buenos tiempos. De eso dieron fe los libreros que ayer se reunieron en el Paseo de la capital. Desde primera hora fueron muchas las personas que se acercaron a los puestos buscando no solo los clásicos sino también las novedades editoriales. El Día del Libro Infantil muestra verdaderas obras de arte. Ediciones ilustradas que gustan tanto a pequeños como a mayores. Es más, según indican los libreros, hay padres que compran para sus hijos libros que también leen ellos. Las ferias son un buen lugar para mostrar las publicaciones, pero según Laura Fábregas, de Nobel Internacional, son muchos los niños que entran en las librerías para buscar sus libros preferidos. Desde Zampacontos hablan de títulos que después de treinta años siguen vigentes. Casos como La pequeña oruga glotona o A Toupiña. Pero también Corre corre cabaciña o A Princesa do Courel. «Los leyeron los padres y ahora quieren que sus hijos también los conozcan», explican. El mundo del cómic se presenta este año por primera vez. «Los superhéroes siguen gustando», subrayan desde el Sindicato del cómic. Pero también hablan de cualquiera de los trabajos de David Rubín o la del coruñés Manel Cráneo, Destino HëRgüsS. Incluso obras para niños de tres años, que todavía no saben leer. En este apartado destaca la obra La caca mágica, de Sergio Mora. «Se vende como churros», dicen. La feria prosigue abierta hoy durante todo el día. Una oportunidad única para acercarse el mundo de la literatura infantil.