«No es por dinero, es verte valorado»

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El arquitecto ourensano Ricardo Vázquez Campo trabaja en una multinacional en Suiza, donde ha encontrado recompensa al esfuerzo

25 mar 2015 . Actualizado a las 17:49 h.

Lleva un año y ocho meses trabajando en Suiza como arquitecto. El ourensano Ricardo Vázquez Campo, de 34 años, decidió marchar por la falta de perspectivas de mejorar laboralmente en España, pese a haber tenido faena y de contar con experiencia laboral desde sus primeros años de la carrera de Arquitectura, que cursó en A Coruña. Sin embargo, y a pesar de que reconoce que no se puede quejar «porque siempre tuve trabajo», cuando le ofrecieron un puesto en el departamento de Expansion&Property de la multinacional Ikea en Suiza decidió probar. «Nos vinimos (Ricardo y su novia) porque en España era trabajar mucho por poca recompensa. Se pagaba poco o no se pagaba», explica.

La prueba duró tres meses y le convenció. Antes había tenido otra experiencia fuera de España, en Innsbruck (Austria), como becario del programa Leonardo, pero ahora como trabajador puede comprobar las diferentes condiciones laborales entre su país natal y el de acogida. «No es solo una cuestión de dinero, es verte valorado, más que en tu casa. Los países germánicos se basan en la confianza. Si te dan la mano, coges la mano, no el brazo. En España luchamos unos contra otros». La misma confianza hacia la ciudadanía que observa en el transporte público. Funciona muy bien, pero no existen tornos para filtrar el acceso por el pago. Las normas son estrictas y se siguen.

Horarios flexibles, trabajo por objetivos y mucho aprendizaje al principio para conocer los estándares de la empresa, pero al final «el esfuerzo se ha visto recompensado». Tiene tarea para tres años, pero vistas las diferentes condiciones laborales no se plantea regresar a corto plazo. «Creo que en muchos años no volveremos. No veo que en España se puedan dar las condiciones», manifiesta Ricardo Vázquez.

La expansión de Ikea

Es consciente de que, como empleado de una multinacional, al terminar esta expansión quizás tenga que cambiar de país. Pero ahora disfruta de un trabajo que conlleva viajes por el país centroeuropeo, para visitar las diversas tiendas.

El arquitecto ourensano se encarga de todo el proceso que lleva aparejado la apertura de una nueva nave, desde la adquisición de terrenos, elaboración del proyecto, subcontrataciones y supervisión. Y es que, aunque lo parezcan, no todas las tiendas Ikea son iguales. «Cada terreno es de una manera, pero hay que mantener los estándares de Ikea para que la imagen de marca sea potente y es algo que hay que cuidar desde el principio», revela.

De momento, con el idioma alemán va «poco a poco». Además de que la lengua sea complicada para un español, en Suiza hablan con sus propios dialectos, pero para el trabajo no lo necesita, ya que se desempeña todo en inglés.

A Ricardo Vázquez le ha sorprendido la vida dinámica y el cosmopolitismo que hay en Zúrich, donde es perfectamente posible hacer la compra en el súper en inglés, cuenta. Además, «la comunidad española es enorme». Observa que cuesta hacer amigos suizos, pero que los locales se comportan con amabilidad con los extranjeros. El debate sobre el rechazo de Suiza a la inmigración se explica porque «son gente pragmática. Necesitan trabajadores cualificados pero también tienen mucho respeto por la naturaleza y el entorno y por ello plantean limitar el crecimiento humano», dice Ricardo. No observa racismo como tal. Si un extranjero no cumple las normas, se lo echarán en cara, pero también si lo hiciera un suizo.

ricardo vázquez campo arquitecto

Ricardo Vázquez tiene otros dos hermanos que, como él, también están expatriados, en Estados Unidos y Milán (Italia), tras haberse licenciado en Arquitectura y Medicina. Estudió en el colegio Curros Enríquez y en el instituto del Puente. Siguió la carrera universitaria en la Escuela de Arquitectura de A Coruña. «Soy hijo de la enseñanza pública y mis hermanos y yo somos el ejemplo del fracaso de España: los tres estudiamos con ayudas del Estado y otros países se benefician ahora de ello», reprocha el ourensano. Cuando hacía la carrera, con 21 o 22 años, ya trabajaba. Con 24, disfrutó de una beca Leonardo en Austria y al regresar trabajó en un estudio. Llegó a montar el suyo propio con otros dos compañeros, pero «la cosa estaba fastidiadilla». Había realizado algunos trabajos puntuales para Ikea en A Coruña y le plantearon la oportunidad de participar en el desarrollo de la inversión en Suiza.

«La actualidad española se vive más desde fuera»

Cuando estaba en España, Ricardo Vázquez dice que no seguía tanto las noticias. Le saturaban un poco. Sin embargo, desde fuera «se vive la actualidad española con otra perspectiva. Todos los españoles estamos al tanto de lo que pasa en España». Trata de venir a Ourense cada dos meses. En la capital provincial reside ahora solo su padre, Antonio, a quien todos los hermanos expatriados intentan visitar a menudo y a quien Ricardo remite un afectuoso saludo. A pesar de residir cada uno en un país diferente, el ourensano afirma que ahora desde Suiza ve con más frecuencia a su hermana, que vive en Milán, de lo que lo hacía cuando vivía en España. Y es que Suiza está bien comunicada y cerca de muchos países.