El imputado por los destrozos del Xesteira alega que solo se llevó cosas que eran suyas

m. rodríguez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

Niega los daños cuantiosos que le atribuyen los propietarios y sus exsocios chinos, que lo denunciaron tras el cierre del local

05 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La denuncia por los daños causados en el local del antiguo cine Xesteira el año pasado -cuando se desmanteló el último negocio que acogió, un restaurante de comida asiática- ha dado paso a un procedimiento penal que se está instruyendo en el juzgado número dos de Ourense. Ayer fue llamado a declarar como imputado el empresario ourensano que había promovido la primera gran reforma del local y que posteriormente se asoció con otros dos hosteleros chinos para abrir el que fue Wok Chang Euforia. Los exsocios asiáticos y los propietarios del Xesteira -a quienes se les debían varios meses de alquiler- denunciaron que el empresario había sido el causante de grandes destrozos y de desvalijar el restaurante.

Según las fuentes consultadas, el imputado reconoció haberse llevado diversos objetos y afirmó que lo hizo porque eran suyos. Negó que se hubieran producido los grandes destrozos que afirmaron los denunciantes y redujo los daños causados a la rotura de tres o cuatro placas de pladur. Los denunciantes han pedido diligencias para valorar los destrozos, que ellos estiman a priori en cientos de miles de euros, y que se llame a declarar a los operarios que retiraron el equipamiento del local, cuya actual ubicación no quiso desvelar el imputado, según fuentes de esta parte.

Del otro lado, el empresario ourensano niega haber tenido intención alguna de provocar desperfectos. Según explicó su abogado, Eduardo Mazaira, los destrozos ya estaban cuando entraron los operarios a retirar objetos por encargo del hostelero, que había realizado una primera inversión de «casi dos millones de euros» cuando se hizo la primera gran rehabilitación del viejo cine. «La reforma la hizo él y las cosas eran suyas. Y quedaron otras que no pudo retirar, como un ascensor o el aire acondicionado», explicó el letrado. Según esta parte, el empresario denunció primero a sus exsocios asiáticos por llevar una doble contabilidad y por quedarse con todos los beneficios, además de por no pagar a Hacienda y tener a gente contratada irregularmente.