Roban en la Audiencia de Ourense joyas que eran prueba de un crimen

la voz

OURENSE CIUDAD

Desaparecieron cinco relojes que pertenecían a un farmacéutico asesinado

03 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La persona que sustrajo una cadena y cinco relojes de la caja fuerte de la Audiencia de Ourense conocía la casa, según dicen fuentes próximas a la investigación de este llamativo robo. Y sabía, añaden, que en el despacho de la Secretaría de la Sección Segunda hay caja fuerte y en ella podría haber objetos de valor. Y seguramente también sabía que no necesitaba una secuencia numérica para abrirla. El mecanismo no funcionaba, bastaba tener la llave, que estaba escondida en el despacho, pero no lo suficiente como para evitar que alguien le echara la mano, abriera con ella la caja y sustrajera una cadena de oro y cinco de los seis relojes incautados en su día al principal sospechoso de la muerte a navajazos de un farmacéutico jubilado en la calle Curros Enríquez de Ourense. El ladrón tuvo tiempo de cerrar la caja, salir y no dejar rastro. El robo, de hecho, se detectó no porque el despacho estuviera revuelto o algo llamara la atención de los funcionarios. Fue al abrir la caja fuerte de la Audiencia, por razones ajenas al caso del farmacéutico, cuando se detectó la falta de las joyas. Una diligencia con fecha del 10 de febrero sugiere que fue ese día cuando se descubrió el robo, aunque tal vez porque el juez que instruye el caso declaró secretas las actuaciones. A la familia del fallecido -personada como acusación particular- no le comunicaron los hechos hasta el pasado viernes.

La policía no ha hallado huellas ni pistas de los relojes. Se trata de cinco piezas de bolsillo que, según un informe pericial incorporado a las actuaciones, están valoradas entre los 700 y los 2.400 euros (el más caro, un modelo de Vacheron Constantin) con un total de 10.400 euros.

El caso del farmacéutico pasó del juzgado de instrucción a la Audiencia a primeros de diciembre, y con él, las joyas. A falta de un informe pericial sobre el caso, aún no se han concretado las acusaciones contra el joven rumano a quien se le atribuye la muerte y el intento de quemar la vivienda, o la habitación, del farmacéutico para no dejar huellas del crimen.

Las pistolas de la comisaría

Otra desaparición mantiene a Ourense en el centro de las noticias de sucesos. En la comisaría de la Policía Nacional sigue abierta la investigación para saber qué pasó con las seis pistolas que se han echado en falta en los últimos meses. Tres desaparecieron el pasado verano y otras tres, hace poco más de una semana. Faltan las armas pero no se sabe quién las cogió o si se depositaron en otro lugar diferente al armero de la comisaría y no quedó bien registrado.

De momento, el visionado de las grabaciones de las cámaras de vigilancia que se instalaron tras la primera presunta sustracción no ha aportado novedad reseñable, según fuentes policiales. En las imágenes aparece grabado el encargado de la custodia del almacén e instructor de tiro haciendo sus funciones, pero nadie ajeno al departamento. Parece descartado que hubiese accedido al lugar restringido alguna persona ajena a la comisaría que hubiera entrado para alguna labor puntual de mantenimiento.