La absolución de la acusada de querer matar con pastillas al marido la verá al Supremo

p. seoane OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El fiscal anuncia un recurso de casación al apreciar error en la valoración de las pruebas por parte de la Audiencia Provincial

28 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso de María José G. P., la ourensana de 39 años a quien la fiscalía acusaba de haber intentado matar en el 2013 a su marido suministrándole medicamentos ocultos en la comida, será revisado por el Tribunal Supremo. El fiscal no ha quedado conforme con la sentencia absolutoria de la Audiencia Provincial y recurrirá en casación. Sigue considerando que la implicada es autora de un delito de maltrato en el ámbito familiar, por haberlo golpeado en una ocasión, y de otro de asesinato en grado de tentativa. Había pedido para ella penas que sumaban seis años y diez meses de prisión.

El representante del ministerio público recurre al apreciar infracción de ley en la sentencia del pasado día 20 de febrero. Mantiene que en la actuación de la mujer había ánimo de matar y concluye que la sala ha hecho una valoración equivocada de las pruebas. La acusación parte de que la mujer, «de modo insidioso, procuró a su esposo antidepresivos y benzodiacepinas, enmascarando tales sustancias en los alimentos que le proporcionaba, primero en el domicilio conyugal y después en la residencia sanitaria, y que el efecto acumulativo de tales sustancias generó el cuadro que le llevaría a su ingreso hospitalario».

Había sido el 7 de enero del 2103 el día en que se precipitaron los acontecimientos. Manuel R. A. no llegó a tomar ni el puré que la acusada le había preparado, al detectar un sabor amargo, ni tampoco leche. La sentencia resalta que no ha sido acreditado «que los referidos alimentos contuvieran sustancia tóxica». A la mañana siguiente se encontró mal y fue hospitalizado. Se recuperó y pocos días después, estando aún en el CHUO, sufrió un segundo episodio que lo llevó a Cuidados Intensivos. En opinión del fiscal, porque la mujer le siguió suministrado antidepresivos pese a estar en el hospital. De hecho, en los análisis que se le hicieron para comprobar la sospecha de intoxicación medicamentosa, aparecieron restos de antidepresivos en dosis terapéuticas y de otra sustancia en nivel tóxico. La sala, a partir de los informes médicos y toxicológicos, concluyó que no está demostrado que el ingreso tuviera relación con la ingesta de esos antidepresivos, resalta que las dosis tendrían que ser muy altas para que hicieran efecto y advierte, además, que síntomas como la pérdida de fuerza en un brazo, que se repitió en los dos episodios, «es absolutamente incompatible con el consumo de benzodiacepinas, generando así una duda razonable sobre la real causa del cuadro que presentaba».

No había dejado de resaltar la Audiencia de Ourense en la sentencia ahora recurrida cómo el exmarido, a pesar de las sospechas, había seguido en casa.