Las elecciones

CÉSAR CASAL GONZÁLEZ

OURENSE CIUDAD

12 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

DIJO Jorge Luis Borges, la democracia, ese curioso abuso de la estadística. Y le costó el Nobel de literatura. La democracia es el mejor sistema de los posibles. La caravana electoral ya está aquí con su estruendo. Nos atronarán los oídos con promesas, palabras que se las llevará el viento. Escucharemos de todo y para todos. No falla. Los políticos se crecen cual vegetarianos ante las alcachofas de los micrófonos. Supongo que la adrenalina se dispara cuando uno ve en su pueblo fotos gigantes de su cara allá por donde va. A mí no me gustaría salir ni en foto tamaño carné. Los políticos saben mucho de enchufes. Así que nada como estar unplugged (desenchufado) durante unas semanas. Será difícil. El trueno mediático y maniático amplificará los mítines, esas reuniones a las que sólo van los que ya saben a quién van a votar. Llegarán refuerzos del mundo exterior, más allá de Pedrafita, y se calentarán las declaraciones. A algunos políticos, después de ciertas salidas de tono habría que hacerles controles, como a ciclistas o conductores. Serán unas elecciones muy electas. Será como una hojarasca o bienvenido míster Marshall. Todo volverá a ser lo mismo tras el día, contados los votos: las listas de desespera, los atracos de los atascos, los niños sin guardería, la abuela sin plaza en una residencia o la grúa que se lleva el coche que menos estorba para recaudar. Ferrol será un Inferniño para todos. Orozco defenderá la Muralla desde lo alto. El delfín Losada querrá ser al fin Neptuno en la Casa de los Peces coruñesa. Bugallo repetirá mitra en Compostela. Lores defenderá Pontevedra como el Grial del Bloque. Ourense arderá igual que el agua de As Burgas. Y Corina buscará ser la madre coraje de los vigueses. Las bocas de las urnas, siempre sabias, morderán a los que más o peor mientan. cesar.casal@lavoz.es