El desarrollo termal es la cuenta pendiente de O Carballiño

C. Paradela O CARBALLIÑO

OURENSE CIUDAD

SANTI M. AMIL

Su dinamización supondría un revulsivo turístico y económico vital Los grupos políticos difieren en la forma de recuperar el liderazgo de los balnearios locales

25 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

? Carballiño es la cabecera de la comarca a la que da nombre y que comparte con Beariz, Boborás, Maside, O Irixo, Piñor, Punxín, San Amaro y San Cristobo de Cea. Se creó, según cuenta su historia, gracias a su ubicación estratégica como cruce de caminos entre la costa y el interior de Galicia. Su crecimiento estuvo unido a una feria a principios del siglo XVII y a la gastronomía, vital para dar a conocer esta tierra, a través del pulpo á feira y la celebración de exaltación que lo rodea, cada primer domingo de agosto, pendiente además de ser declarada fiesta de interés turístico internacional. La riqueza termal de la villa ourensana es uno de su referentes, con dos balnearios, el Gran Balneario, junto al río Arenteiro y As Caldas de Partovia, al ser reconocidos en toda Galicia desde finales del siglo XIX, como un baluarte fundamental para el desarrollo económico y turístico de la villa. Hoy por hoy su puesta en valor y su dinamización es uno de los retos principales a afrontar en el próximo mandato, ya que las instalaciones termales carballiñesas han perdido el tren de la modernidad frente a otras opciones próximas como las de Arnoia, Laias o Berán, pendiente de inauguración. Hay coincidencia de todas las formaciones políticas en la necesidad de potenciar un sector, que propició incluso la elección de O Carballiño como sede del instituto termal de Galicia, a pesar de su escasa incidencia y funcionamiento, pero hay disparidad de criterios en la forma de hacerlo, barajándose incluso la expropiación, muy compleja, del Gran Balneario para acabar con su infrautilización. El desarrollo turístico con una amplia oferta didáctico pedagógica con proyectos como el de la fábrica de papel, el cámping o el centro de interpretación de los ríos y, sobre todo, el urbanístico, son también asignaturas pendientes para los próximos años. El PXOM, de finales de la década de los 90 necesita una modificación y recoger el crecimiento industrial que se espera y que puede verse reforzado, tras la supresión el peaje de la autopista en el tramo que une Dozón y Ourense, al convertir a la villa en una posible ciudad dormitorio.