Paredes desnudas cubiertas por obras de arte

M. Cobas, S. Martínez, X.M.R. OURENSE

OS BLANCOS

santi m. amil

Cada vez son más los concellos que recurren a los murales para mejorar la imagen

21 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un muro es un muro. Ladrillos, bloques, feísmo. Pero un muro puede convertirse en un lienzo en el que dar rienda suelta al arte. Son los murales o los grafitis, pinturas de gran tamaño a las que cada vez más colectivos culturales e incluso Concellos recurren para dar vistosidad a las paredes desnudas. A veces con un contenido puramente estético, como en el caso de Xinzo; y otras con alusiones al territorio, como en A Rúa, con sus dibujos alusivos al Camiño de Inverno. El autor, un artista radicado en la localidad, José Luis Prieto, conocido como Lilí.

Al paisaje, las tradiciones, las leyendas populares y los productos típicos de la zona hacen alusión cada uno de los 21 murales realizados desde el consorcio de turismo de Ribeira Sacra en los 21 ayuntamientos que la componen. Tumbas rupestres de san Pedro de Rocas pueden verse pintadas en Esgos, el Irrio Peliquieiro saluda a los visitantes en Castro Caldelas y los barquilleiros en Parada de Sil... Y así hasta completar la lista.

El colectivo cultural Espacio Matrioska, radicado en un edificio del Concello de Os Blancos y formado por un grupo de jóvenes artistas, puso en marcha el pasado año una novedosa iniciativa creativa que embelleció media decena de fachadas de edificios en el casco urbano de Xinzo de Limia.

El proyecto consistió en el pintado de las fachadas con dibujos de enorme tamaño y de gran calidad artística realizados por miembros del colectivo durante meses, con la ayuda de complicados andamiajes y una infraestructura en la que colaboró la Diputación provincial de Ourense. Algunos de esos grandes murales ya forman parte del paisaje limiano en zonas como las avenidas de Madrid o Ourense o la calle Ladeira.

La iniciativa ha sido bien valorada por los vecinos, que consideran que estos murales embellecen el entorno urbano en una villa en la que el arte en la calle es una experiencia aún por explotar.

En Verín fue el propio ayuntamiento el que puso en marcha un embellecimiento y recuperación de espacios abandonados en el centro de la villa a través de murales. Es el caso de los parques de la rúa Cancelón, en pleno corazón de la localidad. El coste de los trabajos, poco más de nueve mil euros, posibilitó que la decoración con arte urbana y poesía rehabilitase zonas inertes e inutilizadas hasta ahora en la capital del Támega.

Esta iniciativa fue integrada por el Concello en un plan global de rehumanización de zonas del centro urbano, que incluye también la plantación de árboles y la puesta en marcha futura de carriles bici.

En el caso de la villa carballiñesa, el Concello inició hace unos años un proyecto diferente para sumarse a las iniciativas vinculadas al 17 de Maio. Así, en plena Praza Maior do Carballiño se crearon en los dos últimos años murales dedicados a los autores homenajeados en las Letras Galegas: Filgueira Valverde y Manuel María. Otro autor al que se dedicó hace años la fiesta de la cultura gallega, Manuel Curros Enríquez, también cuenta con su propio mural en la villa.