Concello y Sogama se tienden la mano tras años de pleitos

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

O IRIXO

Abren una negociación sobre unas diferencias que se cifran en 4,7 millones

18 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras años de discrepancias que se remontan prácticamente a la firma del contrato en 1999, el Concello de Pontevedra y la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama), se tendieron ayer la mano para tratar de zanjar una vez por todas sus diferencias. Y no son pequeñas, ya que el presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino, cifra en 4,7 millones euros la reclamación que mantiene con el Concello por la distinta interpretación del contrato para la gestión de la basura pontevedresa.

El Concello aplica una cláusula que Sogama ya no reconoce, por lo que solo en el 2014 mientras desde la sociedad autonómica se facturaban 70 euros más IVA por tonelada, el Concello abonaba 49. Pontevedra remite unas 30.000 toneladas anuales a Sogama.

La reunión de ayer en Pontevedra fue solicitada por el propio Domínguez Lino, y ambas partes coincidieron en que fue positiva ya que por primera vez se ha abierto una vía de diálogo para tratar de llegar a un acuerdo extrajudicial. «Foi unha primeira toma de contacto -indicó el presidente de Sogama-, pero temos a vontade de chegar a acordos». «Despois desta primeira reunión -continuó el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo (BNG)-, serán os nosos técnicos e os de Sogama os que manterán encontros para avaliar o estado da situación. Veremos ata onde se pode chegar para alcanzar un acordo».

Tanto Domínguez Lino como González Carballo son conscientes de que para alcanzar un acuerdo ambas partes tendrán que ceder. ¿Hasta dónde? Esa es la pregunta que queda en el aire a falta de informes técnicos y, sobre todo, de los asesores jurídicos de una y otra parte, ya que existen todavía recursos abiertos y una reclamación del Concello ante el Tribunal Constitucional. El gobierno local está dispuesto a ceder «sempre e cando ese acordo beneficie aos cidadáns de Pontevedra».

Eso podría pasar por negociar una cifra que satisfaga a ambas partes. Hay que subrayar que los 4,7 millones a los que se refirió Javier Domínguez se ciñe a lo que, según Sogama, dejó de pagar el Concello desde el año 2009. Si se suman intereses, la cifra supera de largo los seis millones de euros. A nadie se le escapa que la cantidad devengada en intereses puede ser una baza importante en la negociación.

Pero lo que más gustó en el Concello es que la negociación mira también hacia el futuro. Lo inmediato es resolver la deuda, pero al mismo tiempo también se busca sentar las bases para normalizar las relaciones futuras entre el Concello y Sogama.

Javier Domínguez afirma que la «Sogama del Sur» se descartó hace más de un año

En la reunión que mantuvo ayer Javier Domínguez con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y con los concejales Raimundo González y Carme da Silva, se habló también de la planta de compost que impulsan el Concello y la Diputación en la parroquia de A Canicouva. «Non entro a valorar un proxecto que é municipal -indicó el presidente de Sogama-, pero considero que é perfectamente compatible. De feito, o Concello non ten unha cantidade mínima que enviar a Sogama. Pode reducir as toneladas se atopa outra alternativa».

También se le preguntó por las voces críticas que sostienen que el proyecto del Concello es en realidad la Sogama del Sur», una planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos que rechazaron previamente en O Irixo y en Carballeda de Avia. Domínguez Lino lo negó, ya que «a Sogama do Sur quedou totalmente descartada hai máis dun ano».

El presidente de Sogama señaló que la apuesta por el compost es lógica dada la directiva europea que obligará a reciclar el 50 % de los residuos sólidos urbanos en el año 2020. De hecho, aseguró que está previsto ampliar las instalaciones de Sogama en Cerdeda con dos nuevas plantas: una de tratamiento de plásticos y otra de compost en la que se prevén tratar 15.000 toneladas anuales. La inversión prevista es de 30 millones de euros.

Ahí radica una de las razones para tratar de llegar a un acuerdo económico con Pontevedra.