Coincidencias

Pepe Seoane DIAGONAL

O CARBALLIÑO

18 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A Xosé Xaquín Rodríguez Ambrosio, ese alcalde que necesitó varios años para ver la luz, envolver la bandera que durante años enarboló con entusiasmo para acabar abrazando el ideario baltariano, nunca lo denunció ningún sindicato. Dice él. Normal que haya cambiado de bando. Bien sabe que al expresidente José Luis Baltar, condenado por prevaricación, inhabilitado por un centenar de contratos temporales en el ocaso de su mandato, tampoco había tenido que ir nunca a un juzgado por la denuncia de un sindicato. Primero una jueza y la semana pasada tres magistrados acaban de confirmar que su proceder tiene nombre en el Código Penal y que se llama prevaricación. Tuvo que ser el fiscal el que se querellara contra él. Es como en el caso del exconselleiro y exalcalde de O Carballiño, Manuel Pachi Vázquez, quien, desprovisto de manguitos y flotadores, se ve ahora obligado a redoblar esfuerzos para mantenerse a flote sobre las incómodas aguas de un procedimiento judicial penal relacionado con contratos, enchufes y esas cosas tan espesas. Con oleaje y algas es mucho más difícil, como sin duda estará comprobando. Y eso que, vuelta a lo mismo, no había tenido denuncias de los sindicatos, que se ve que estaban en la inopia. Andarían en nimiedades, seguramente.

Los criterios de contratación del caso que está pendiente de sentencia desde ayer no eran los de publicidad, mérito y capacidad. Había que ser vecino del municipio. Después ya valoraría el alcalde las eventuales necesidades para llegar a la perfección. Un adulto, un voto, un cliente.