El tío de Iago Aspas le aporta lustre al proyecto del Barco

O BARCO DE VALDEORRAS

xoan carlos gil

Cristóbal Juncal volverá a coincidir con Rubén García y Ballesteros

26 jul 2016 . Actualizado a las 13:23 h.

La dinastía balompédica de los Aspas y los Juncal es todo un referente en el fútbol gallego y si el céltico Iago es su máximo exponente, la trayectoria en la Segunda B de su tío, Cristóbal Juncal Fervenza (Moaña, 1981), es la de un profesional con una intachable hoja de servicios. Después de trece años en la categoría de bronce, esas tablas serán una aportación de lujo para el Centro de Deportes Barco, que hoy mismo lo incorporará a sus entrenamientos.

Cristóbal cruzó la ría de joven para enrolarse en la cantera celeste y con su filial ya debutó en un torneo en el que repitió más tarde con el Zamora, Gramanet, Leonesa, Alzira, Lugo y Tenerife, antes de volver a casa para probar en Tercera con el Pontevedra y ascender otra vez al Coruxo, en el cual militó los tres últimos cursos: «Mi intención era la de continuar en Segunda B, pero como ya hay pocas ganas de marcharme fuera de Galicia, la opción del Barco me pareció ilusionante».

Y es que los de Calabagueiros tenían algún que otro as bajo la manga para convencer a Juncal: «Contactaron conmigo por medio de Rubén García, con el que ya había coincidido en Zamora y León; además está Javi Ballesteros, con el que también tengo buena relación tras jugar con él. La verdad es que la directiva se portó muy bien y facilitó mucho las cosas, me explicaron el proyecto, me gustó y aquí estoy para ayudar en lo que pueda».

En sus inicios alternó como interior y extremo, convirtiéndose pronto en un futbolista de los que aprecian los entrenadores por su versatilidad, llegando incluso a asentarse como lateral: «En Coruxo jugué más minutos en la izquierda, pero también bastantes partidos como central y hasta de medio centro». Reconoce que todavía no ha hablado con Javi Rey para conocer los planes del técnico, pero en todo caso, Cristóbal será una buena solución para los barquenses en cualquiera de esas posiciones.

De otra parte, la comunión entre el club rojillo, que fue la gran revelación de la temporada pasada, y un veterano que todavía tiene cuerda para rato resultó evidente desde un principio. El mismo moañés advierte que en cuanto le hablaron de la planificación deportiva de la inminente temporada se vio identificado: «No nos han puesto objetivos del tipo de luchar por la liguilla ni nada de eso, lo que quieren es consolidarse, pero lo que veo, la forma en la que han trabajado y los jugadores que hay, puede ser una temporada muy bonita y me satisface implicarme con ellos».

Sin duda, el triángulo que formarán Cristóbal, Rubén García y Javi Ballesteros es un núcleo sobre el que edificar una gran estructura en el plantel del Barco, pese a la marcha de efectivos que resultaron importantes en la pasada campaña. El riojano Óscar Loza, el berciano Ivi Vales o el andaluz Álex Expósito serán otros recién llegados que le ofrecen al elenco valdeorrés una interesante imagen, al menos antes de mezclar todos los elementos en la coctelera de Javi Rey.

Juncal Fervenza también daba por buena la posibilidad de quedarse en Galicia, aunque O Barco no está del todo cerca de su hogar, pero para un hombre acostumbrado a hacer las maletas para seguir ejerciendo su profesión, la distancia es asumible y seguramente le permitirá deleitarse en Balaídos algunas de las evoluciones de su sobrino Iago: «Lo he visto muy bien este año, es cierto que es un familiar y lo ves con buenos ojos, pero para mí siempre ha sido un fuera serie y lo demuestra cuando le dan continuidad y confianza, seguramente seguirá creciendo».

A Cristóbal se le acabaron ayer las vacaciones y, a partir de hoy, intentará recuperar la ventaja que le llevan sus nuevos compañeros del Barco. Su competitividad está fuera de dudas y año a año siempre se mostró muy regular en su juego. Otro mimbre más para un equipo que vuelve a lucir buena pinta, gracias al trabajo de la directiva local y en especial de su director deportivo, Tano Pérez.