El ascensor de la decencia y la oficina en Suiza

José Manuel Rubín SIETE DÍAS, SIETE VOCES

O BARCO DE VALDEORRAS

15 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Resumía el pasado miércoles La Voz en un titular (¿Debe Ourense subirse al ascensor?) la intención del Concello de la capital de instalar un elevador para hacer más llevadero acercarse al Auditorio. Generalizando la pregunta más allá de la propuesta electoralista (que asoma en el 2015 como ya lo había hecho, de la mano del PP, en el 2007), podríamos preguntarnos si Ourense debe subirse, y con urgencia, al ascensor de la decencia y la honestidad pública que huyeron de estos predios y que esta semana se reflejaron en tres noticias. Véase la decisión de la jueza Pilar de Lara de ampliar la lista de cargos del PP relacionados con «un elaborado sistema de facturación falsa y ficticia» llevada a cabo en el mandato del presidente Baltar y del gerente Pascual (hoy denunciante y «garganta profunda» de las falcatruadas cometidas). Y véase el TSXG que tilda de «fotocopias no contrastadas» los documentos que llenaban el maletín que Pachi Vázquez exhibió en platós para teorizar sobre su inocencia en la contratación a dedo de sus amigos en O Carballiño. O véase, en fin, esos ediles díscolos que le piden a la justicia que les devuelva el PSOE la militancia que, al igual que a Tomás Gómez, le quitó. Mientras el líder madrileño dejó el cargo que el partido le había dado en el Parlamento, los díscolos de Ourense siguen chupando dedicaciones exclusivas y dietas (más de 120.000 euros anuales) que obtuvieron gracias al PSOE y que pagan los ourensanos de sus impuestos. Son tres muestras que avalan la necesidad de que Ourense suba, sí, al ascensor de la decencia en la gestión pública.

Suiza. No alcanzo a comprender la noticia de que el Centro Comercial Aberto de O Couto (una asociación de un barrio de la capital integrada por pequeños comerciantes) abra una oficina en Suiza para? ¡promocionar productos locales! ¡O Couto, que siempre estuvo unido con A Rabaza a través del carrito, amplía fronteras a Suiza! ¡Ver para creer! ¿Para qué está la Xunta, la Cámara de Comercio, la CEG o los distintos clústeres profesionales? No entiendo que sea una asociación de barrio la que potencie en Suiza con dinero público sectores como el vinícola, el textil, el de la pizarra o el de la alimentación que, como se sabe, son los punteros en la popular barriada.

Fariseísmo. Dice la Biblia (Mateo, 23:3) respecto a los fariseos: «Haced lo que ellos dicen y no lo que ellos hacen». Viene a cuento la cita porque el alcalde de Ourense pidió a los ediles «sentido común» para evitar enfrentamientos como los protagonizados por el PP al tildar al portavoz de DO de «loco, enfermo, retrasado mental e iluminado» tras decir que la edila Tejada estaba «enchufada» en la Tecnópole. Está bien el llamamiento pero chirría que lo haga el regidor, la persona que convirtió las sesiones plenarias en continua trifulca, la que expulsó a dos ediles de sendas sesiones plenarias; la que dejó perlas como «alimañas» y «gusanos» para dirigirse a sus rivales y la que se convirtió en el primer alcalde de la democracia repudiado por la corporación. Habrá que aplicarle lo de la Biblia, quedarse con sus palabras y afear sus acciones aunque me temo que ni así se limpiará el aire infecto de la política capitalina.

Has vuelto a las andadas, estimado presidente dimisionario del consejo regulador de la denominación de origen Valdeorras. Ya habías dado pruebas de tu autoritarismo hace un año cuando decidiste, sin consenso, mudar la Feira do Viño de A Rúa a O Barco. Ahora te has quedado solo en el intento de sancionar a 178 viticultores por haber producido más uva de la que marca la burocracia de los papeles. Lo hiciste, de nuevo, sin acuerdo y has fracasado. Hiciste bueno lo de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Los que te pusieron en el cargo, cooperativas y productores, desautorizaron tu propuesta y te abocaron a la dimisión (en gesto personal que te honra) y a cerrar nueve años de luces y sombras en los que no has logrado, por tu falta de tacto, tu gran objetivo que era unir al sector. Fíjate si estabas solo que lo convocaste para que te acompañaran en tu adiós y no acudió ninguna cooperativa, ningún sindicato agrario y tan solo 12 de 40 bodegas. Cuando cambiaste la Feira te escribí recordando Fuenteovejuna. Y decía que te percibía más como el autoritario comendador que como el presidente plural que debiera unir, y no enfrentar, a una Valdeorras plural. Has insistido en el error de la división y los que antes eran tuyos ahora te pusieron de patitas en la calle. En el pecado de tu prepotencia llevas la penitencia de tu dimisión.