Valdeorras y Ribeiro bajan unos 3,5 millones de kilos de uva en relación con el 2015

p. seoane OURENSE / LA VOZ

MONTERREI

Santi M. Amil

Media docena de bodegas apuran el fin de una vendimia que se ha desarollado sin sobresaltos en la provincia

20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la comarca del Ribeiro ya no quedan uvas para vendimiar con destino a alguna de las bodegas acogidas a la denominación de origen, aunque algún colleiteiro apuraba ayer la retirada de las últimas. En las otras tres zonas vitivinícolas de la provincia, sin embargo, aún cuelgan racimos en algunas cepas. Pocos, pero resisten. Son casos singulares, cuyo peso efectivo en los datos finales de cosecha apenas provocará cambios, pero en Parada de Sil, en O Bolo y en Monterrei aún era apreciable ayer la actividad puerta afuera de las bodegas. La nueva fase se abre ahora, bajo techo, centrando esfuerzos para moldear los vinos de acuerdo con los gustos y perfiles que buscan los cosecheros y los enólogos. Habrá recortes en las cuatro denominaciones, porcentualmente más acusadas en Valdeorras y en O Ribeiro, moderadas en Ribeira Sacra y suaves en Monterrei. La vendimia del 2016, que prácticamente ya es historia, se ha desarrollado sin sobresaltos.

Ribeiro, aun sin cerrar los aforos finales de las bodegas de colleiteiro, quedará con toda probabilidad por debajo de los doce millones de kilos, que habían sido 14,3 en el 2015; Valdeorras está en 4,5 y el año pasado había alcanzado los 6,5; Monterrei baja de 4,7 a 4,5 millones de kilos y Ribeira Sacra, sumando las cifras de los viñedos de la parte de Ourense y Lugo, solo a falta de que remate la bodega Ronsel do Sil, situada en el municipio de Parada de Sil, quedará en 5,6 millones, que habían sido 6,27 en la vendimia del 2015.

En tan poco lo queda por recoger que es imposible que se vaya a producir en Ourense una situación tan llamativa como la que ha dejado Rías Baixas, con un espectacular vuelco. Para sorpresa general, no solo no hubo mermas sino que incluso aumentó la producción hasta convertirse en la tercera mejor cosecha de su historia. Con la salvedad de que, además, Rías Baixas ampara más vino que las otras cuatro denominaciones gallegas.

En la provincia de Ourense, sea como fuere, solo Ribeiro ha completado sus labores. De las grandes fue Casal de Armán la última en cerrar sus puertas.

En Valdeorras cerró ayer Joaquín Rebolledo y al consejo regulador ya solo le falta que hagan lo propio Rafael Palacios y Manuel Corzo en O Bolo, junto con Roandi, con instalaciones y viñedos en Éntoma.

En Monterrei, la denominación de origen que en los últimos años ha tenido un desarrollo más llamativo, tampoco había concluido las labores de recolección y entrada de uva Terras do Cigarrón y Crego e Monagillo, dos de las bodegas que manejan más volumen en esta denominación. El 8 de octubre marcó en el 2015 el fin de la campaña, pero este año es probable que se prolongue al menos hasta el fin de semana. Lleva más de una semana de retraso.

Del godello inicial al sousón y caíño de última hora

Cada variedad de vinífera tiene su ritmo. La vendimia en la provincia de Ourense arranca cada año con la rutina del godello en Valdeorras, donde bodegas como Godeval, que la tienen como variedad única, pueden rematar su recolección cuando otros aún no empezaron. Entre lo que ayer faltaba por recoger, o por controlar, están singularidades como las que aportan las cepas de caíño de Ronsel do Sil, en Ribeira Sacra, y sousón de la valdeorresa Roandi.

El mildiu se ensañó con las cepas de alicante y jerez, las variedades menos atractivas

La recuperación de las variedades nobles en los viñedos de Ourense ha encontrado este año un aliado inesperado en el mildiu. Las reflexiones de los técnicos apuntan a que en Valdeorras afectó especialmente a las cepas de tintas de garnacha, o alicante, que son las menos valoradas en una zona donde la mencía se ha asentado como segunda variedad de la D.O. y primera en tintos. Sobre los algo más de 4,5 millones de kilos de uva de este año, 2,3 corresponden a godello y 1,5 son de mencía.

En el caso de Monterrei, donde los descensos de producción han sido menores de los inicialmente previsto, casi la mitad de los 4,5 millones de kilos corresponde a uvas de la variedad godello, que se ha convertido en el primer referente de esta tierra en abierto detrimento de todas las demás, incluida la dona branca, que durante años fue santo y seña de la viticultura local.

Porcentaje favorable

En una línea similar, la denominación de origen Ribeiro registrará este año, sin finalmente se confirman los datos que maneja el consejo, los mejores porcentajes de su historia en la cuota de variedades preferentes sobre las palomino blanco y alicante tinto. Hasta un 75 %, dicen fuentes del órgano de control.

Que el mildiu hubiera atacado de forma significativa al palomino denota, según esas fuentes, que no solo está en retroceso su cultivo, sino que tampoco al que queda se le presta la misma atención. De ese modo, al no estar los viticultores muy pendientes del viñedo cuando se presentó el mildiu, el impacto fue demoledor sobre esta variedad.