Los godellos ganan espacio entre los vinos de calidad de la provincia

Pepe Seoane, María Cobas OURENSE

MONTERREI

Monterrei y Valdeorras suman casi cinco millones de kilos de esa variedad

06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cifras hablan por sí mismas.  Y mientras en el Ribeiro ?sin datos públicos de producción pese a que la vendimia está cerrada y este año ha incorporado el consejo regulador un teóricamente ágil, sofisticado y preciso sistema informático de control pagado por la Diputación? la treixadura sigue siendo la variedad principal, con un peso estimado del 40 % sobre el total de la uva blanca recogida, Valdeorras y Monterrei consolida con fuerza la godello. En Ribeira Sacra, donde la aportación de las bodegas ourensanas ronda el 10 %, la mencía manda sobre las demás

con muchísima diferencia.

La transparencia que durante esta campaña están mostrando los consejos reguladores de Monterrei, Valdeorras y Ribeira Sacra a la hora de difundir datos de producción, permite corroborar el peso de la tinta mencía en la denominación que comparten las provincias de Ourense y Lugo: de seis millones de kilos de uva recogidas, 5,1 corresponden a esa variedad, mientras que la godello ha dejado 263.443 kilos.

En Valdeorras, donde hasta no hace tantos años era más visible en sus vinos el color rojo, de la cereza al teja, la godello gana terreno de forma evidente. Este año, sobre un total de algo más de 6,5 millones de kilos, la vinífera prioritaria de esta comarca ha dejado por encima de 2,7 millones de kilos, mientras que la mencía cede liderazgo para quedar en 2,1 millones. En tercer lugar y en franco retroceso, la tinta alicante ha quedado por debajo del millón de kilos, una cifra que aún es alta, según los estándares de calidad que se persiguen, pero que resulta muy alentadora en la medida en que hace tan solo diez años se situaba en torno a dos millones de kilos.

Monterrei, mientras, ha consolidado su espectacular crecimiento con cifras por encima de los 4,7 millones de kilos, con la salvedad de que, además, buena parte de esa uva corresponde a viníferas de calidad: 2,2 millones son de godello; cerca de 1,3 corresponden a mencía y 753.000 kilos son de treixadura, una variedad que está dando un excelente resultado en esta comarca. Lejos queda, sin embargo, la producción de dona branca, variedad que durante muchos años fue estandarte de esta comarca y ahora no pasa de los 115.000 kilos. En esta denominación, con una progresión modélica y un crecimiento notable desde sus lejanos  1,4 millones del año 2008, la segunda variedad para tintos ha sido este año la araúxa, con 234.000 kilos recogidos.

La mencía de Costeira, en camino

El desembarco de la bodega Viña Costeira en Valdeorras, con la adquisición de las instalaciones de don Mario, ha cumplido expectativas en la firma del Ribeiro. El objetivo declarado de este salto no era otro que la elaboración de un mencía de calidad para incorporarlo, con el sello Valdeorras, a la oferta general de la bodega. En su estreno consiguieron cerca de 300.000 kilos, una cifra que sitúa a Costeira entre las bodegas con más mencía de la comarca.

En Valdeorras bajan a trece las incidencias entre viticultores por sobreproducción

La vendimia ha finalizado en Valdeorras con la apertura de trece incidencias por producciones que superan el máximo de los rendimientos por hectárea autorizados por el consejo regulador. La cifra no conduce necesariamente a la apertura de otros tantos expedientes sancionadores, como los 178 de la pasada campaña, según resalta el presidente, José Vicente Solarat, que ve el descenso como «un buen síntoma» de concienciación sobre la necesidad de cumplir las normas. No deja de enfatizar, en este sentido, que la pertenencia al consejo regulador es un acto voluntario. Por eso, quien decida permanecer, si lo considera rentable, debe ajustarse a las exigencias normativas, entre las que se cuenta el siempre polémico asunto de los rendimientos.

Los viticultores expedientados por sobreproducción durante la pasada vendimia están en la actualidad a la espera de que la Xunta resuelva sus alegaciones.