Reclaman que toda la acrópolis sea protegida como Conjunto Histórico
22 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque las obras para transformar el castillo de Monterrei en un parador de turismo están casi acabadas, el movimiento ciudadano que se inició cuando se conocieron las intenciones de la Xunta de convertir el monumento en hotel sigue vivo, con ganas de lucha y sumando adeptos. Ayer, representantes de la práctica totalidad de las formaciones políticas gallegas, excepto el Partido Popular, se reunieron en el cruceiro que hay al pie del castillo para firmar la declaración de apoyo al uso cultural de la edificación que promueve la Plataforma Cidadá en Defensa do Castelo de Monterrei.
El portavoz de la plataforma, Heladio Anxo, recibió a los convocados y aseguró que, después de más de un año de trabajo, está orgulloso de las numerosas actividades realizadas para defender que «esas pedras do castelo son parte de nós». La plataforma no está dispuesta a rendirse porque, afirmó, «sabemos que temos razón». Calificó de «disparate» tener al lado un parador cerrado y abrir otro «privatizando o uso público».
Portavoces de ocho partidos políticos firmaron la declaración, que ya contó con otros apoyos anteriores como el del Consello da Cultura Galega o las facultades de Historia de las Universidades de Vigo y Santiago de Compostela. Heladio Anxo defendió que el objetivo de la firma de la declaración de intenciones es que estas formaciones se comprometan, en el ámbito de sus competencias, a recuperar el castillo para uso público y que se «manifeste a soidade do PP».
Esta declaración, de seis puntos, aboga por desarrollar las actuaciones necesarias para la conservación y la puesta en valor del monumento y de su entorno, dando la protección máxima y clasificándolo como Conjunto Histórico, ya que consideran que merece esta catalogación por su valor y singularidad.
Plan director
Plataforma y partidos políticos firmantes quieren que se elabore un plan director para toda la acrópolis, incluyendo las casas particulares y el espacio entre murallas, reservando el castillo para uso lúdico y cultural. Reclaman crear un patronato, con representación institucional y ciudadana, para supervisar la gestión del monumento, la redacción de un plan de rehabilitación y la promoción de los valores turísticos y culturales del recinto de Monterrei, conectándolos con otros de interés en la comarca.
Sí quieren turistas y visitantes, vinieron a decir, pero para el disfrute público del recinto por parte de todos y no acotado a quienes usen sus instalaciones como hotel previo pago. Después de leer la declaración y de la firma por los representantes políticos, el centenar de participantes en el acto dieron un paseo por el recinto.
De la «lección» de la Plataforma a la Xunta hasta el expolio de lo que es del pueblo
Por el PSdG-PSOE, Raúl Fernández, firmó la declaración y manifestó que la reivindicación de la plataforma le parece «absolutamente xusta» para no dejar que el castillo pase «a mans comerciais». Tareixa Paz, del BNG, señaló que el movimiento de Monterrei le dio «unha lección á Xunta, facendo o traballo de defender o patrimonio cultural e económico». Criticó el gasto de cuatro millones de euros, cuando ya existe un parador y se necesitan otras infraestructuras. En nombre de Esquerda Unida, Xabier Ron dijo que el castillo es «algo máis que pedras, é a nosa memoria e nos dignifica como pobo». Antón Sánchez, de Anova, considera que la firmada es «unha declaración de autoestima, de saber de onde vimos para proxectarnos cara o futuro».
Mónica Gómez, de Ciudadanos, apuntó que la plataforma es «un exemplo a seguir» y espera celebrar que el castillo «é de todos». El portavoz de CxG, Jonathan Domínguez, calificó la decisión de la Xunta como «un dos maiores expolios». Rubén Compés, de Podemos, manifestó que «estas privatizaciones son un plan mezquino de la casta para robar al pueblo». Defendió la restauración y conservación del patrimonio como un pilar de la economía. Por último, Carmen Sola, del colectivo Veciños de Monterrei, que formará una candidatura a las municipales, remató con una de los lemas del día: «Nunca me gustou un hotel no castelo».