La provincia tiene más de 100 desfibriladores

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

CHANDREXA DE QUEIXA

CEDIDA

Están en empresas privadas, instalaciones públicas, pabellones, ayuntamientos, ambulancias, centros médicos y hospitales

13 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el corazón se para por una arritmia maligna, la posibilidad de supervivencia del enfermo es del 95% en caso de ser reanimado en los tres minutos posteriores. Según transcurre el tiempo, las probabilidades son cada vez menores. Por eso, hasta para sufrir un infarto hay que tener suerte, y esa pasa por estar cerca de un desfibrilador y de una persona que sepa usarlo. Y cada vez esta probabilidad es más alta.

Concellos y empresas se han unido a las campañas para convertir los espacios públicos donde se concentra mucha gente en espacios cardioprotegidos. Y así, en la actualidad hay al menos 112 desfibriladores semiautomáticos (conocidos como Desa) repartidos por la provincia. Esos son los que forman parte del registro oficial del 061, que es el que se encarga de coordinar el operativo en el caso de que alguien sufra una parada cardiorrespiratoria. Aclaran desde el organismo de urgencias que pueden ser más los que estén instalados, pero eso son los que constan en su listado. Están en empresas privadas, pabellones, instalaciones públicas, ayuntamientos... y también en centros médicos, hospitales y ambulancias (del 061, de Cruz Roja, de Protección Civil).

Porque para ser un espacio cardioprotegido hay que dar una serie de pasos. El primero es comprar el desfibrilador, algo que muchos concellos han ido haciendo a través de una subvención de la Diputación, que sufraga alrededor de la mitad del coste del aparato (unos 2.200 euros, que incluyen el Desa, el curso, la instalación y darlo de alta). Después debe formarse una red de voluntarios. Policía Local, GES, bedeles de centros educativos y de pabellones, también monitores deportivos... y cualquier interesado, pero sobre todo la gente que suele estar presente en los actos donde se congrega gran número de gente. El siguiente paso es instalar el desfibrilador en un lugar visible en los espacios públicos -como polideportivos o casas consistoriales- y darlo de alta en el registro del 061.

En los últimos días entraron en el listado varios en O Barco, Petín y Vilamartín. En breve estará también A Veiga y Manzaneda, y para la semana será la formación en Trives y Chandrexa.

¿Cómo va?

En caso de que se produzca un accidente cardiovascular, al dar la voz de alarma del 061, este se encargará de localizar el desfibrilador más cercano. Por teléfono, irá dando instrucciones a la persona que esté cerca para que vaya haciendo los ejercicios de reanimación al paciente y, en su momento, aplicar las descargas. Al tiempo se da aviso a una ambulancia, para seguir la reanimación y trasladar al paciente.