Daniel López es un joven que ha participado en el primer espacio de trabajo colaborativo, coworking, que se ha celebrado en Celanova y que concluyó esta semana. Su proyecto, denominado Kinzarks, ofrece música en directo, piano bar y otras actividades relacionadas con la música, tanto como intérprete como compositor. La creación de bandas sonoras para videojuegos, para páginas web o locales comerciales o para acompañar acontecimientos sociales es otra de sus especialidades. «Inicialmente a idea xurdiu como piano bar, porque os meus pais tiñan un bar na casa, no pobo e tiveron que pechar hai tres ou catro anos. Eu estudo piano e pensei nesa idea. Logo démonos conta de que había que fortalecer a marca persoal e, a partir de aí, acabei facendo o que me gustaba máis, que non era en si tocar, senón compor», relata Daniel sobre su idea empresarial.
Llegó al coworking de Celanova un día que estaba en el aula Cemit de la villa y su coordinadora le habló del nuevo espacio y de que podría servirle para su idea. «E foi así, entre outras cousas porque xurdiu a idea de acabar facendo composición. Eu empezara co do piano bar pero segundo viñan as ideas, falando cos profesores e mentores acabou converténdose niso», sonríe el emprendedor. Además, colabora con otros coworkers. Las clases eran comunes y las ideas se «soltaban». Sus trabajos están en Internet, https://www.facebook.com/daniel.lopezdasilva, para que conozcan su estilo y pronto sacará un disco.