Contra el frío... ¡más de 600 fachós!

María Cobas Vázquez
María Cobas O BARCO

CASTRO CALDELAS

Santi M. Amil

La fiesta de Castro Caldelas reunió a miles de personas, que disfrutaron de la presentación del folión O Irrio

20 ene 2017 . Actualizado a las 08:18 h.

Con el termómetro marcando un grado y bajando, la tarde en Castro Caldelas pedía buscar calor. Y nada mejor para ello que el fuego. Así que se prendió la lumbre. Tantas como algo más de 600, en los diferentes palluzos que se repartieron entre los participantes en la Festa dos Fachós, presidida por el de mayor tamaño, de varias decenas de metros de longitud. Es la fiesta del fuego, con un origen que unos marcan como pagano y que otros santifican, puesto que coincide con el san Sebastián. Sea el origen el que fuera, ahora es una fiesta de marcado carácter de ocio.

La procesión la marca una gran tira de paja de centeno, sembrado y recolectado por el propio Concello de Castro Caldelas. Antaño se hacía con la paja que había en los campos, pero los vecinos han dejado de sembrar habitualmente y es precisa una cosecha especialmente hecha para mantener la fiesta. Así que son meses de trabajo y preparativos para que al anochecer del 19 de enero el casco urbano pueda iluminarse únicamente con la luz de las llamas provocadas por la paja ardiendo. Ilumina y da calor, al tiempo que anima una fiesta que según pasan los minutos se va convirtiendo en un fiestón en el que también hay espacio para bailar ?o al menos moverse? al ritmo de las gaitas y la charanga. Este año, además, como novedad, tuvo lugar el desfile del folión. No era una agrupación en un día cualquiera, era O Irrio en su puesta de largo. Había expectación por ver la nueva oferta musical de la localidad, y no defraudó. Rematado el recorrido y con la paja ardiendo en una gran hoguera, comenzó la degustación de chorizo, pan, vino y queimada. Quedaba mucha fiesta.

La próxima edición promete todavía más gente, al coincidir en viernes. Y para la del 2019, desde el Concello ya están pensando en cómo atender a la avalancha que se prevé, ya que los fachós arderán un sábado.